Juguetes

Juguetes. Veamos, de cuando era muuuy niño gurdo un ratòn mickey que me regalò mi abuelo, disfrazado de vaquro (el ratòn, no mi abuelo), y que lo conservo con mucho cariño, junto con la cabeza de un Spiderman que guardo en un cajòn, como recuerdo de lo que quedò de mi pobre muñeco paracaidista wannabe.

Pero lo que son los muñecos de ahora. Los han visto? Para caerse la baba. Me pregunto si los seguiràn haciendo para los niños, nuestros hijos en el caso de los que ya empezaron a multiplicarse, o los sobrinitos o lo que se tercie. Y no me refiero a que los precios de ahora son prohibitibos para los ahora llamados 2action fugures", si no por la temàtica y el contenido.

Pasaba por una tienda en Magdalena y me quedè pegadazo a un King Kong de 12 pulgadas, full articulado, con unos detalles y pintura que harìan que sea uncrimen dejar ese "juguete" en manos de un mocoso de 4 años (ni hablar de los 140 soles que costaba), y pensar màs bien còmo se verìa, digamos, sobre un librero o adornando el escritorio de una computadora. No serà que se trata de un complot del imperialismo yanqui para dejarnos sin madurar. Digo, drogarnos para no seee, para algo, pero para dejarnos enganchados con esas maravillas que cada vez me resisto màs a llamar juguetes, solo porque los vendan en una jugueterìa. Pero es que hay cada maravilla.

La banda completa de Gorillaz, o los Beatles en su indumentaria de Yellow Submarine. Nono, la colecciòn de Jedis de Hasbro, o Hansel y Gretel de las retorcidas historias de cuento de hadas. Los display de Matrix, o los (esto era demasiado) bichos del World of Warcraft, toditos con una precisiòn que nada tenìan que ver con mi ratòn o mi hombre araña, todos mal pintados, y en moldes que son un chiste, ahora que los
veo. Me escucho hablar y veo que la campaña de los gringos de estupidizamiento va a triunfar. Jamàs maduraremos con esas cositas bonitas tentàndonos. Dilapidaremos fortunas en miuñequitos en vez de comprarnos una casa, y cuando esta se incendie, sacaremos nuestros toys antes que al perro o nuestro album de fotos o lo que sea.

Los juguetes, señores, son armas del diablo. Amèn.


No, ya. Son bien bonitos. Con dibujitos y todo. No te escucho, no te escucho, lalalalala.