Nombre: Gastón
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

lunes, 27 de marzo de 2006

Solidaridad

No sé si alguna vez les ha sucedido. Mi caso fue así. Como pocas veces en los últimos meses, la manchita del canal coincidió toda junta en Lima, y como todos, nos comíamos un stress que parecía cuatro. Terminamos entonces en un huequito cerca del canal al que podemos ir caminando sin que nos chaveteen o nos pase un Tico por encima, y con la segunda cerveza la lengua se empieza a soltar.

Alguna vez ya se los he comentado: Quieren que un periodista hable y hable y hable y hable, tons pregúntenle por los muertos. Todos tienen algo qué contar. A primera vista -u oída- suena como concurso posero a ver quién tiene la historia más sórdida. Pero no es una competencia.

Ese viernes éramos 6 reporteros entre chicos y chicas, y cuando lo notamos, Martín y yo estábamos embarcados en la misma conversa de siempre. Dos niños achicharrados en un colchón de paja, con los resoprtes que funcionaron de parrilla macabra; una escolar ahorcada y sucia en medio de su casa de una habitación. Como les digo, no es competencia, simplemente es escuchar al otro y encontrar en sus gestos, sus palabras, en la forma de repetir la historia, algo de nosotros mismos. El espejo y la confirmación de que todos somos iguales.

Resulta que se termina compartiendo el mismo sentimiento. Hablar de los muertos que se nos juntan es poder tener la certeza de que no sólo nos afecta a nosotros. Es el consuelo egoísta de saber que allí, a medio metro nuestro y tocando una canción con los dedos sobre la mesa, un compañero, tu pata, tu amiga, vieron lo mismo pero con otros ojos. Y el espanto es el mismo. O sea, no eres tu, somos nosotros. No es que te hayas asustado, lo normal es asustarse.

Después viene la risa, la confirmación de que es una más para la colección, de esas que todos califican como "historias para chupar". Después uno se queda con el alma limpia, tranquilo. Listo par salir a bailar perreo.

6 Comments:

Blogger Gonz said...

Definitivamente no será lo mismo, pero me pasa a veces cuando escuchaba a mi jefe en el estudio en el que practiqué hablar sobre todos los truculentos recovecos legales que estaban de moda... claro, eso lo que hacía más que devolver la normalidad era suavizar los sentimientos de culpa por ser un maldito tramposo, al menos de aquéllos que aún podían pronunciar la palabra ética sin que ésta se ofendiera... long story, pero me solidarizo.

8:54 a. m.  
Blogger Tortuga Maldita said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

2:00 p. m.  
Blogger Angus said...

A ver si de vez en cuando pasan la voz..........basuuuraaassss!!! y màs ahora que ya no voy a estar!!

saluteee

10:46 p. m.  
Blogger Rocío said...

Perrea Gastón Perrea

1:47 p. m.  
Blogger Gastón said...

No pes Angus, no te ases. La Tortu hasta te pone en su blog y vienes a hacer problemas, jajaja.
Perree, gente, perree.

Mientras dure.

7:28 p. m.  
Blogger Tortuga Maldita said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

1:49 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home