Nombre: Gastón
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

lunes, 18 de abril de 2005

Una de mineros

Estaba mirando unas fotos antiguas, de cuando era niño. Y vi una foto viejaza, de mi antiguo cuarto. Dormía con mis dos hermanos y las tres camas estaban colocadas en forma de herradura, y del otro lado los roperos y los escritorios. Entonces en esas épocas, donde para jugar no nos poníamos frente a un PS2 y la posibilidad de conectarnos con alguien de Canadá para un deathmatch eran impensables, teníamos que inventar nuestros propios juegos.
Así nacio el de los mineros; como nunca nos caracterizamos por nuestro orden -tradición que yo mantengo viva hoy- alucinábamos cualquier cosa debajo de las box springs de ishpingo, pegados al suelo de madera.
En este caso nos metíamos debajo de la cama y empezabamos a bucear de una a otra por toda la habitación. A veces uno estaba arriba, en los colchones, saltando para simular el derrumbe; otras hallábamos tremendos tesoros, como una canica metida en una media sucia o un Condorito abandonado pero todavía leíble, y la búsqueda se daba por concluída para empezar con el saqueo del botín.
Incluso una vez mi hermano intentó cavar un "túnel" y cada noche, como si estuviese en Alcatraz, hacía un hueco en la pared del cuarto, con la esperanza de poder ver la casa del vecino, hasta que una piedra en los cimientos lo hicieron desistir.
Eran unas buenas épocas, cuando salíamos de debajo de las camas echos unas mugres, con peluzas en la cabeza y alguna astilla clavada en la mano.
Ahora está de moda eso de los bebitos gateando sobre pisos como espejos y mamás que ven como una desgracia si el junior ensució el pantalón jugando fulbito.
A nosotros nos caían unas gritadas bravas, pero nadie nos quita lo bailado, los recuerdos ni los tesoros.

4 Comments:

Blogger Tortuga Maldita said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

12:19 a. m.  
Blogger Angel Castillo Fernández said...

Los recuerdos más hermosos que atesoro también son los momentos que compartí cuando niño con mis hermanos. Y éramos igual de cochinos! Muy bueno tu post.

2:24 a. m.  
Blogger Gastón said...

Ademàs, a veces encontrabas chicles oc aramelos o galletas de animalitos que recogíamos en las piñatas. Les sacudías un poquito la cochinda y ya. Yum, què rico era ser niño, jajaja.

7:14 p. m.  
Blogger Tortuga Maldita said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

10:26 a. m.  

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