Los Comunes
Ha sido un error imperdonable. Ahora resulta que todos, todos Los Comunes estamos listos de nuevo, y yo no me he escrito ni dos líneas al respecto.
Han pasado diez años desde que usamos esa denominación por última vez, pero parece que cabalgan de nuevo. Más viejos, más gordos, con más pelo en la cara que sobre las cabezas, pero aquí estamos.
Cómo es posible que semejante banda de freaks haya podido mantenerse unida tras tanto tiempo, sobre todo si ahora que lo pienso, no tenemos muchas cosas en común, salvo aquellas cosas que nos hacen incomunes con los otros 26 millones de peruanos. Bueno, y uno que otro bloguero, que todo hay que decirlo.
Al final, creo que nos complementábamos bien. Recordaba ayer los partidos de básquet en los campeonatos de octubre, con mi viejo de entrenador y los 4 parados en medio de la cancha sin saber muy bien qué hacer, aunque con suficiente suerte como para haber ganado en algunas oportunidades, y es que si toienes a dos torres de metro ochenta, aunque sea paraditos en mitad del área, ya es algo que apantalla al otro equipo, aunque los otros no pasaramos el metro y medio y usáramos escalera para encestar.
Vaya, cómo pasa el tiempo, y ahora nos volvemos a ver, según parece, como una banda de letras mercenarias, con el mismo ánimo de antes. Sólo falta uno, pero está de licencia, ya llegará; entre tanto, bienvenidos, y enhora buena, M, Ingeniero i Vértigo.
Han pasado diez años desde que usamos esa denominación por última vez, pero parece que cabalgan de nuevo. Más viejos, más gordos, con más pelo en la cara que sobre las cabezas, pero aquí estamos.
Cómo es posible que semejante banda de freaks haya podido mantenerse unida tras tanto tiempo, sobre todo si ahora que lo pienso, no tenemos muchas cosas en común, salvo aquellas cosas que nos hacen incomunes con los otros 26 millones de peruanos. Bueno, y uno que otro bloguero, que todo hay que decirlo.
Al final, creo que nos complementábamos bien. Recordaba ayer los partidos de básquet en los campeonatos de octubre, con mi viejo de entrenador y los 4 parados en medio de la cancha sin saber muy bien qué hacer, aunque con suficiente suerte como para haber ganado en algunas oportunidades, y es que si toienes a dos torres de metro ochenta, aunque sea paraditos en mitad del área, ya es algo que apantalla al otro equipo, aunque los otros no pasaramos el metro y medio y usáramos escalera para encestar.
Vaya, cómo pasa el tiempo, y ahora nos volvemos a ver, según parece, como una banda de letras mercenarias, con el mismo ánimo de antes. Sólo falta uno, pero está de licencia, ya llegará; entre tanto, bienvenidos, y enhora buena, M, Ingeniero i Vértigo.
3 Comments:
Hijo, a ver si de cuando en vez pones algo también en tu página, pues.
Digo no, para variar un poco, jeje.
Ese Comun no tiene licencia, lo que pasa es que está con grillete.
Y no es el único. Cuidado Gastón le pisas el saco al Ingeniero >:P
POr eso yo uso chaleco, juajuajua
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