Fue una buena idea en ese momento
Todavía tengo en la cabeza la conmovedora interpretación que hace Sophe en su blog sobre lo que fue la guerra tocando las puertas de Lima en medio de la guerra del Pacífico y como ya (me)había prometido hablar de esas efemérides que ya a nadie importan, pues acá vamos con el 26 de junio de 1880.
Estuve en el lugar el año pasado, justo un día antes de mi encuentro con las gitanas en Arica; la intención de mi viaje, ahora se los cuento, era seguir la ruta del ejército peruano una vez iniciada la campaña terrestre de la guerra del Pacífico. Un viaje en solitario para encontrarme con los fantas,mas que me atormentaron con mis libros toda mi niñes, y gracias a los cuales puedo escribir ahora esto, con más tranquilidad.
Se llamaba El Alto, y creo que aún se llama así. Está en la zona alta de Tacna y los textos consignaron el lugar de la carnicería como la batalla de Tacna o de El Alto de la Alianza, mote puesto luego de que fuera la última acción de armas conjunta entre peruanos y bolivianos antes que los niños dijeran que ya habían recibido lo suyo y salieran -literalmente- corriendo en desbandada y no pararon hasta su propio país.
Estuve allí, les contaba y era como regresar en el tiempo. Una pampa del desierto en la que el grueso del ejército aliado, unos 25 mil hombres, pararon para librar la mayor batalla de todos los tiempos librada por dos ejèrcitos regulares en territorio peruano. Así como suena, la mayor. Más de 60 mil hombres alineados bajo tres banderas que con el miedo en la boca del estómago se dispararon, acuhillaron, quemaron, ametralaron y pisotearon en un arebato de furia anàrquica de la que dependió el curso de la guerra.
Claro que a nadie le enseñan eso ya en el colegio, y con un poquitín de suerte el tema se toca en la universidad. Para mi infancia sólo existieron Angamos, Arica, San Juan y Miraflores y por allí algo de la Breña. Nadie recuerda que en Tacna acabaron enterrados 18 mil infelices que se hicieron matar pensando que eso era lo correcto. Ya saben, mi patria mi bandera. Los generales de retaguardia hicieron un gran trbajo en ese campo. Si hasta algunos se creían héroes.
Como película de dibujos japoneses, el guión era más que fácil de adivinar. Los aliados peruano-bolivianos dominaban las alturas, protegidas por un barranco impenetrable y desfiladeros y desde alí hacían tiro al blanco sobre los chilenos que trataban y no podían avanzar. Ya la hicimos, pensaban todos y todavía parece que entre los cerros suena la risa histérica de los jóvenes héroes de 18 años. Luego vino la segunda parte de la película. LOs fusiles se empezaban a quedar sin municiones, los cañones no llegaron a l altura. Alguien se había perdido con los carísimos caballos argentinos comprados meses antes para perseguir al enemigo derrotado y hacerlo regresar a Chile.
Con qué quiere que pelee, cabo, si nunca nos repartieron bayonetas. No, estas balas no le hacen a mi Mausser. No sea imbécil teniente, cómo van a ser chilenos esos puntitos negros que salen del desfiladero. La cosa es que sí, pues, sí eran. Toda la maldita mañana una compañía de "padrecitos", 3º de Línea de infantería chilena que usaba levitas negras como los curas de pueblo y algunos novios chapados a la antigua.´Así que ya se podrán imaginar el cuadro: No había balas, no había bayonetas, no habíacamilleros, y lo que sobraban eran enemigos encabronadísimos por la que les había tocado a sus compadres de la pampa, así que el escabeche fue completo para nuestras fuerzas y como ya comenté, el susto fue tan grande que los bolivianos no pararon hasta sus casas.
Todo eso una bonita mañana. 26 de abril. Tengo una foto, saben. En un cementerio casi casi escondido, levantado muy lejos de ese horrible monumento de concreto levantado a la memoria de los héroes anónimos de las 3 naciones. Cruces alineadas en tres filas, una por cada país, pintadas de un enternecedos color blanco y endurecidas por el salitre, y que son el único recordatorio a que el heroísmo y la estupidez, no conocen de banderas pero si de muertos.
Estuve en el lugar el año pasado, justo un día antes de mi encuentro con las gitanas en Arica; la intención de mi viaje, ahora se los cuento, era seguir la ruta del ejército peruano una vez iniciada la campaña terrestre de la guerra del Pacífico. Un viaje en solitario para encontrarme con los fantas,mas que me atormentaron con mis libros toda mi niñes, y gracias a los cuales puedo escribir ahora esto, con más tranquilidad.
Se llamaba El Alto, y creo que aún se llama así. Está en la zona alta de Tacna y los textos consignaron el lugar de la carnicería como la batalla de Tacna o de El Alto de la Alianza, mote puesto luego de que fuera la última acción de armas conjunta entre peruanos y bolivianos antes que los niños dijeran que ya habían recibido lo suyo y salieran -literalmente- corriendo en desbandada y no pararon hasta su propio país.
Estuve allí, les contaba y era como regresar en el tiempo. Una pampa del desierto en la que el grueso del ejército aliado, unos 25 mil hombres, pararon para librar la mayor batalla de todos los tiempos librada por dos ejèrcitos regulares en territorio peruano. Así como suena, la mayor. Más de 60 mil hombres alineados bajo tres banderas que con el miedo en la boca del estómago se dispararon, acuhillaron, quemaron, ametralaron y pisotearon en un arebato de furia anàrquica de la que dependió el curso de la guerra.
Claro que a nadie le enseñan eso ya en el colegio, y con un poquitín de suerte el tema se toca en la universidad. Para mi infancia sólo existieron Angamos, Arica, San Juan y Miraflores y por allí algo de la Breña. Nadie recuerda que en Tacna acabaron enterrados 18 mil infelices que se hicieron matar pensando que eso era lo correcto. Ya saben, mi patria mi bandera. Los generales de retaguardia hicieron un gran trbajo en ese campo. Si hasta algunos se creían héroes.
Como película de dibujos japoneses, el guión era más que fácil de adivinar. Los aliados peruano-bolivianos dominaban las alturas, protegidas por un barranco impenetrable y desfiladeros y desde alí hacían tiro al blanco sobre los chilenos que trataban y no podían avanzar. Ya la hicimos, pensaban todos y todavía parece que entre los cerros suena la risa histérica de los jóvenes héroes de 18 años. Luego vino la segunda parte de la película. LOs fusiles se empezaban a quedar sin municiones, los cañones no llegaron a l altura. Alguien se había perdido con los carísimos caballos argentinos comprados meses antes para perseguir al enemigo derrotado y hacerlo regresar a Chile.
Con qué quiere que pelee, cabo, si nunca nos repartieron bayonetas. No, estas balas no le hacen a mi Mausser. No sea imbécil teniente, cómo van a ser chilenos esos puntitos negros que salen del desfiladero. La cosa es que sí, pues, sí eran. Toda la maldita mañana una compañía de "padrecitos", 3º de Línea de infantería chilena que usaba levitas negras como los curas de pueblo y algunos novios chapados a la antigua.´Así que ya se podrán imaginar el cuadro: No había balas, no había bayonetas, no habíacamilleros, y lo que sobraban eran enemigos encabronadísimos por la que les había tocado a sus compadres de la pampa, así que el escabeche fue completo para nuestras fuerzas y como ya comenté, el susto fue tan grande que los bolivianos no pararon hasta sus casas.
Todo eso una bonita mañana. 26 de abril. Tengo una foto, saben. En un cementerio casi casi escondido, levantado muy lejos de ese horrible monumento de concreto levantado a la memoria de los héroes anónimos de las 3 naciones. Cruces alineadas en tres filas, una por cada país, pintadas de un enternecedos color blanco y endurecidas por el salitre, y que son el único recordatorio a que el heroísmo y la estupidez, no conocen de banderas pero si de muertos.
10 Comments:
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Comparto el pensamiento de la Tortuga, pero me permito filosofar, ya que hice alusión al tema del momento.
Ok, deberíamos haber aprendido
pero para aprender
no hay que querer?
Imagina esta historia, que está mejor contada que en mi versión bamba, rodeado(a) de gente, en lo que ahora resulta un "pacifício lugar" y cuando a tu lado gente ríe, canta, baila, parla, o simplemente huevea. Imagínate estar parado(a) en un campo santo desconocido. Imagínate y regrésate a ese momento. Vívelo, ponte en ese lugar. Y ahora vuelve a la realidad y date cuenta de lo que TODOS estamos haciendo por lo nuestro. Gente que murió porque creía que era lo correcto, y nosotros bien gracias, escondiendo nuestros traseros del lomo más fiero y del rostro más fuerte.
Para caminar hay que primero gatear y para gatear hay que primero intentar.
Para aprender hay que concientizar(se) y para que se logre aquello hay que escuchar, dejar de burlarse y sentir. La única manera de que el 99.9% aprenda es viviendo el hecho, o al menos tratando de sentirlo. Bien dice la propaganda, el Perú es súper...no queda duda de ello...
que yo fui la unica que tuvo una terrible profe de historia del peru? a excepcion de la miss diana! lo maximo (que pena q solo nos enseñó en primero y x eso de los preincas e incas si te puedo discutir a rabiar!)encima con los disque bisuabuelos chilenos que tengo y todas las novelas chilenas q vemos en casa..ahora con mi tarjeta ripley, y mi hermano con la saga..con razon no tengo ni voz ni voto en este post..me siento mal..buaaa...
Yo no puedo decir que odie a los chilenos a pesar que mi padre me instruyó bien en la labor.
No, porque tengo amigos chilenos y no todos son unos pedantes, egocéntricos, malnacidos, sino que algunos son buenos, amables, comparten mis aficiones y saben de amistad real.
Lo que no voy a perdonar jamás es que haya dirigentes y patrioteros que quieran remover las aguas para reavivar heridas y empezar una nueva guerra para que unos cuentos se llenen de dinero.
Y si hubiera guerra no estoy dispuesta a que me cambien el mapa nuevamente así porque si...
Cuatro chicas con cuatro buenos puntos de vista. A veces la gente común como nosotros, tiene más sentido (por eso será "común") que los que manejan los hilitos.
Y sí pues, en el colegio no nos enseñan ni un pedacito de la historia.
Ya llega elrelato de una batallita perdida en que se derrotó a 75 chilenos escondidos en una iglesia.
Claro, si no pongo antes algo de Robotech.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
si vas a hablar de guerras..pues la de los micronianos versus Zentraedis..me parece mucho mas interesante! algo de lo que si podre opinar! (estoy enamorada de Max Sterling! ah!)
A ver: los micronianos se pelean con los Zentram, se casao con las Meltran y tienen hijitos Gilgamesh, que pilotean literalmente "como la madre que los pariò".
ESAS eran guerras.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sip, con un ligero parecido a uno de los amigos de Candy.
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