De Chillie Willy, a el que le sigue a Mumble

Han notado que de un tiempo a esta parte todo son pinguinos. Recordaba a Chillie Willy el pinguino, ese enano de chullo, y me di cuenta que los congéneres están de moda en la animaciòn.

Recuerdan Madagascar, los tres pingus mafiosos. O mi broder Mumble y toda su pandilla de Happy Feet, de los cuales por supuesto, Lore me regaló tooodos los peluches, a mi, que nunca tuve, comparto la cama ahora con 3 peluches de pinguino. A veces me pregunto que hatrán esos tres mientras yo no estoy, porque tiene la particularidad de nunca estar donde los dejo.

Ahora le sigue ese pinguino surfer que está por llegar a las pantallas y que de seguro volverá a poner a mis chicos en la primera plana. Mis chicos? Claro, gracias a la gracia (si se permite la redundancia) de la china Marisel, un pinguino de Humboldt tiene mi nombre en la granja 21, tal como lo conté hace como año y medio. Gastoncito se llama el condenado, y todo porque aquí aseguran que entre Petete, el bicho y yo, no hay mayor diferencia.

Ahora salta a la noticia mi compadre el explorador, ese que acabó en un desierto de Paracas, cuando debería estar en un témpano cercano a la Antártida. Me molestó, eso sí, que el Inrena declarase que una vez curado el congénere, se le iba a dejar en libertad "para que regrese". Sí huevón. Dos mil kilómetros te los recorre cualquier pinguino usando el gps que tienen metido denbajo del ala. En pocas palabras, se quieren deshacer del problema, como cuando dejaron a Gastoncuncito abandonado en una playa de la Costa Verde.

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Update de último minuto.
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Esto no podía faltar para redondear el tema. (Tomado de la BBC on line)

Las autoridades del Zoo Am Meer, en el puerto de Bremerhaven, Baja Sajonia, decidieron introducir cuatro pingüinas suecas para comprobar si los machos eran realmente gay. Pero la medida fue recibida con amplias protestas de activistas por los derechos de los homosexuales. "Grupos gay de todo el mundo nos han estado maldiciendo desde que hicimos el anuncio", dijo la directora del zoológico, Heike Kueck, a la revista alemana Der Spiegel. El objetivo era alentar a los raros pingüinos Humboldt a procrear, agregó.

Se ha observado a los machos copulando unos con otros y tratando de empollar piedras, como si se tratara de huevos. "No sabemos si las tres parejas de machos son realmente homosexuales o si sólo han establecido vínculos debido a la falta de hembras", explicó la directora.