Descanso médico
Hace nunos días que no gozo del tiempo necesario para sentarme a escribir. Se me han ido de la cabeza varias cosas que quería poner o a estas alturas del partido ya no importan mucho, pero ahora tengo algo de tiempo, mientras permanezco en la redacción bajo una temperatura controlada y agradable.
Digo esto último porque el clima me la jugó bien la semana pasada y acabó con mis huesos en cama. Bueno, con mis huesos no, con mis pequeños rollos que ya desaparecen de a pocos. Palabra. En fin, a lo que iba es que... wait, no fue la semana pasada. En reañlidad, todo comenzó el viernede de la semana anteasada, cuando ocurrió el incendio de la galería de Mesa Redonda. Iba yo de lo más campante, listo para guardarme a mi cadsa, cuando me piden que vaya un mometo a apoyar a los equipos que cubrían el incendio, llevándoles baterías y cintas extra.
Allá me fui, aunque -instinto, le dicen- decidí sacarme la chompa que llevaba y ponerme la veterana casaca azul con cintas refractarias. LA cosa es que llegué, cosa de 5 y 30 de la tarde, y cuando me dí cuenta, estaba frente a cámaras, despachando, mientras lore me presentaba como "otro de nuestros enviados especiales en el incendio". Pucha, en qué momento terminé aquí; y claro, la epifanía incluía descubrirme con los pies en el agua, saliendo de un sótano en llamas despachando para el noticiero. La cosa es que descubrí también que me mojé de gran manera los pies, con el agua que se acumulaba graciosamente en mis medias.
El sábado todo "bien". El domingo en la tarde, le digo a Lore que "me duele un poco la garganta", pero nada más. Había descansado sábado y domingo, cosa rara por aquí, sí que pese a sentirme algo mal, el lunes pasado -ahora sí hace 7 días- decidí aparecerme en el canal, porque bueeeeno, tan mal no me sentía. Pero la cosa es que como a las nueve, pese a que mi turno acaba a las 11, ya me sentía mal, con una tos que sonaba a ladrido y un poquiiiito de fiebre. Me arranqué a mi casa.
El artes dudé hasta el medio día en ir a trabajar o no, pero al final no fui. Me dolía todo el cuerpo. Mañana de hecho estoy bien, pensé, y creí que sería bueno aparecerme a trabajar, pero de nuevo Lore me impuso el sentido comú. Llama a un médico que para eso tienes seguro -uno que ella me hizo sacar, of course- cosa que hice. No, caballero, así no puede ir a trabajar me dijo el señor de blanco. Pero doctor, ya falté ayer, dos días por una gripecita tampoco me parece, oiga usted.
Jajaja, gripecita huevón, tu qué crees que tienes, ah?. Bueno, en realidad me dijo, mire señor, lo suyo es algo más complicado. En realidad tenía influenza, y faringitis crónica, literalmente por no callarme a tiempo. Tres días en cama, mi primer "gran descanso médico" y medicinas para abrir una farmacia. No tardaron en hacer cola para decirme eso de, y así querías ir a trabajar energúmeno, para contagiar a media oficina. Pero en fin. El viernes me animé a ir, aunque la cara delataba que en realidad no quería, y no morí en el intento.
Ayer domingo, ya sintiéndome recuperado, me voy a una comisión que juré sería facilísima. Pero para mi mala suerte, terminé helándome unas horas en la calle, en pleno malecón. Eso sí, conversé un rato con mi para Alejandro Sanz. AL menos ya tengo a quién hecharle la culpa de que la tos haya vuelto.
Digo esto último porque el clima me la jugó bien la semana pasada y acabó con mis huesos en cama. Bueno, con mis huesos no, con mis pequeños rollos que ya desaparecen de a pocos. Palabra. En fin, a lo que iba es que... wait, no fue la semana pasada. En reañlidad, todo comenzó el viernede de la semana anteasada, cuando ocurrió el incendio de la galería de Mesa Redonda. Iba yo de lo más campante, listo para guardarme a mi cadsa, cuando me piden que vaya un mometo a apoyar a los equipos que cubrían el incendio, llevándoles baterías y cintas extra.
Allá me fui, aunque -instinto, le dicen- decidí sacarme la chompa que llevaba y ponerme la veterana casaca azul con cintas refractarias. LA cosa es que llegué, cosa de 5 y 30 de la tarde, y cuando me dí cuenta, estaba frente a cámaras, despachando, mientras lore me presentaba como "otro de nuestros enviados especiales en el incendio". Pucha, en qué momento terminé aquí; y claro, la epifanía incluía descubrirme con los pies en el agua, saliendo de un sótano en llamas despachando para el noticiero. La cosa es que descubrí también que me mojé de gran manera los pies, con el agua que se acumulaba graciosamente en mis medias.
El sábado todo "bien". El domingo en la tarde, le digo a Lore que "me duele un poco la garganta", pero nada más. Había descansado sábado y domingo, cosa rara por aquí, sí que pese a sentirme algo mal, el lunes pasado -ahora sí hace 7 días- decidí aparecerme en el canal, porque bueeeeno, tan mal no me sentía. Pero la cosa es que como a las nueve, pese a que mi turno acaba a las 11, ya me sentía mal, con una tos que sonaba a ladrido y un poquiiiito de fiebre. Me arranqué a mi casa.
El artes dudé hasta el medio día en ir a trabajar o no, pero al final no fui. Me dolía todo el cuerpo. Mañana de hecho estoy bien, pensé, y creí que sería bueno aparecerme a trabajar, pero de nuevo Lore me impuso el sentido comú. Llama a un médico que para eso tienes seguro -uno que ella me hizo sacar, of course- cosa que hice. No, caballero, así no puede ir a trabajar me dijo el señor de blanco. Pero doctor, ya falté ayer, dos días por una gripecita tampoco me parece, oiga usted.
Jajaja, gripecita huevón, tu qué crees que tienes, ah?. Bueno, en realidad me dijo, mire señor, lo suyo es algo más complicado. En realidad tenía influenza, y faringitis crónica, literalmente por no callarme a tiempo. Tres días en cama, mi primer "gran descanso médico" y medicinas para abrir una farmacia. No tardaron en hacer cola para decirme eso de, y así querías ir a trabajar energúmeno, para contagiar a media oficina. Pero en fin. El viernes me animé a ir, aunque la cara delataba que en realidad no quería, y no morí en el intento.
Ayer domingo, ya sintiéndome recuperado, me voy a una comisión que juré sería facilísima. Pero para mi mala suerte, terminé helándome unas horas en la calle, en pleno malecón. Eso sí, conversé un rato con mi para Alejandro Sanz. AL menos ya tengo a quién hecharle la culpa de que la tos haya vuelto.
3 Comments:
Por favor, Gastoncito, amigo, casi hermano... dime que conseguiste un autógrafo para tu amiga tan linda (léase yo) :S
Oye que pena que estuvieras mal, tienes que curarte bien, porque como habrás visto el clima es de locos, y puedes tener una recaída.
Un abrazo
PD: no culpes a Alejandrito de nada !
Igual para mi todas son "gripecitas". La última duró casi 2 meses. Al menos tú si fuiste al doctor.
Recupérese señor, aquí no lo veo en tele pero siempre leo su blog :)
Saludos!
Jajaja, gracias por los deseos. Y piña, no hubieron autógrafos.
Y esas "gripecitas", compadre, mandan a la cama y no de la buena manera, a cualquiera. Bienvenido.
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