Nombre: Gastón
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

martes, 30 de agosto de 2005

El librero

Jamás pensé que poner cuatro clavitos para poner una tabla contra la pared iba a demandarnos semejante esfuerzo. Yo, como he comentado, soy bastante negado para las manualidades, más que todo por falta de afecto, lo cual hace que no me interese en lo más mínimo saber distinguir más allá de un martillo y un alicate.

La cosa es que llega el M al acabar la tarde - o sea, la tarde se acababa, no es que mi compadre la acabe, en fin- la cosa es que saqué el taladro eléctrico que guardo en la alacena de la cocina y tras asegurarnos que el voltaje era correcto, nos dirigimos al cuarto de la compu a instalar el stante que el día anteriopr compré en Sodimac y que, como tenía que ser, ya venía con tornillos incluídos, porque eso de ponerse a buscar clavitos y chinches es una vaina.

Y a qué altura lo quieres. A esta, ok, pásame el lápiz y la escuadra. Toma lápiz, tío, escuadra creo que te conformas con esta maderita. Regla, no te pases, M, podemos medir con este calendario que tiene rayitas; de donde coño voy a sacar una regla. Ah, ya, la wincha de mi viejo, toma aquí está. Ya gracias. Oye, mientras sigo taladrando, no te fijas qué hay detrás del muro, digo, no me vaya a tirar una tubería o algun cable de luz. Nada viejo, sólo la caja de fusibles, pero tu sigue, que golpe avisa.

Y así estuvimos, entre las siete y las diez de la noche, todo por 4 clavitos. Porque la broca se salía, le pegábamos a una piedra, M sudaba, o yo me cansaba de mirar, o sea, como que mucho para hacer no había para mí, aparte de recoger el polvillo de ladrillo y dirigir que no se incline mi estante. Y le hacía tradicir frases exytrañas en japonés o nos acordábamos de unas series viejísimas de esas que ya no dan, o nos preguntábamos qué será de la vida de tal y cual.

Claro, mientras los vecinos llamaban a ver quién mierda les despertaba al abuelo a las 9 de la noche dándole de martillazos a una pared, es que ustedes están locos, ah? Ya tío, relájate que es una evz en la vida y más temprano no podíamos. Además el taco de marras no entraba porque elejimos mal la broca y había que hacerla entrar a martillazos. Luego a buscar una navaja para emparejar los bordes, y atornillar la tabla sobre la que descansarán algunos de mis libros.

Al final, nos tomamos una gaseosa a punto de desaparecer, y cada mochuelo a su olivo. El taladro a la cocina, y todo sin pegarle a un sólo cable, de los importantes.

Por cierto M, el tablero quedó inclinado. Chez.

3 Comments:

Blogger Tortuga Maldita said...

Este comentario ha sido eliminado por el autor.

1:20 a. m.  
Blogger M. said...

¡No jodas que está inclinado! Maldición. Bueno, ya lo arreglaremos :(

5:42 p. m.  
Blogger Gastón said...

Carpinteros no. Intentamos nomás. Sucede que nos acomplejamos de darle al martillo porque pasaban las 10 pm y algunos vecinos se pueden poner susceptibles. De lo demás, tengo una amdera para hacer carreras de carritos. Re-chez

9:10 p. m.  

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