Héroes de papel

La verdad es que sí, pues. Hemos empezado nuevamente a jugar D&D -mi juego de rol favorito- y la emoción me hace recordar a algunos de los más queridos personajes que he llevado como jugador y DM, y por supuesto, mis compañeros de aventuras.

Como de momento no tengo mucho que hacer en la chamba, vamos a ver hasta dónde llega este recuento.

Veamos, la primera partida seria que recuerdo la llevé en el colegio. Estaba hado, un mago-ladrón que casi muere atropellado por un jabalí cuando intentaba cazar sólo en un bosque y por supuesto una cntidad de caracteres no jugadores. También teníamos a nuestro clérigo chapucero que se atrevió decirle a un dragón "aléjate", y tras ser derretido, sus cenizas se siguen preguntando porqué el draco no hizo caso.

Estaba también Amethyst, una pelirroja copia fiel de Polly-Esther, pero en versión de elfa con armadura y muy mala leche para pelear; su hermano Comyr, que era un ranger medio taba, aunque peleaba bien con dos dagas. El amigo de ambos, Link, que perdió un ojo en la primera gran batalla del party, cuando el mismo dragón chamusca-clérigos le rajho la cara y un brazo.

M siempre jugó guerreros. Y quizá uno de sus momentos más memorables fue aquella vez que todo el grupo de aventureros hecho papilla junto a una tribu de ogros, sólo M quedaba en pie, cargó contra el gigante que los lideraba, y ambos cayeron desvanecidos víctimas de mutuas heridas. mpate sin ganadores.

Therol era un ladrón de fuerza sobrenatural que se dedicaba a robar por placer. Murió cuando uno de sus compañeros lo confundió con su propio gemelo malvado y lo apuñaló misntras iba al baño.

Las hermanas Emma y Faith eran todo un caso. Emma era paladín, toda buenota, hija de uj señor de la guerra y una ninfa, y su hermana, pues era la parte de la ninfa, la que conseguía con su cuerpo lo que sus menguados bolsillos no podían.

Ziptor y Riptor taaambién eran dos hermanos, aunque medio bestias para abrir una cerradura, Normalmente solíandetectar las trampas lanzándose contra ellas. No duraron mucho, pero cada día de su vida era un mate de risa.

Bueno, cronológicamente, esos fueron los primeros hèroes con los que convivió mi rolera adolecencia. Y ahora resulta que andamos por un bosque y por lo que sé, vamos a terminar salvando al mundo, si es que antes no acaba con nosotros la gripe aviar.