28 y Los Simpsons
Bueno, tenía tantas cosas que poner sobre Fiestas Patrias y sobre la avalancha de pelas blockbuster que nos caen por esta época -que coincide con las vacaciones de verano estadounidenses- que bueno, me decidí por mezclar de todo un poco.
La cosa es que el 28, sábado, como suele pasar, entré al canal 5 de la mañana para pasar el resto de la jornada en el Congreso. Allí coincidí con Ripel, que hacía un despacho en vivo para la China, cosa muy graciosa de ver. El tema es que quedamos en hacer algo para celebrar las fiestas, así que tras cada uno de los cuatro irse a dormir por la tarde (Lore también entró temprano ese día), terminamos yendo a ver Los Simpson.
Aquí viene la mezcolanza (se escribe así?) de temas. Cuando terminaron los trilers, se apagan las luces y suena, ta-dáaaa, el Himno Nacional. Había olvidado la costumbre de cantar el 28 de julio. Total, que solo algunos pocos se paran. Pero lo que más me reventó fue el chongo que metían los más chibolos (recuerden que era película de dibujos) Estos pequeños hijos de puta, y no tan pequeños -había algunos que tenían pinta de ya pisar una universidad o al menos haber dejado el colegio-, metían chongo y se esforzaban en destacar que eso, lo del himno les llegaba al huevo.
La mayoría se mantuvo tiesa, hasta que, al menos eso fue lo que me movió a mí, la indignación provocó que el público se parara y empezara, finalmente a cantar. Lore, pegada a las tradiciones clásicas, lo hacía completamente convencida de su causa, con una mano al pecho. Algunos sólo se limitaron a escuchar de pie, y otros cantaban con voz tímida, como avergonzada.
A mi lado podía escuchar que un pata también cantaba, y a mi espalda un gringo (lo comprobé luego) al menos intentaba silbar la letra. Al final, la cosa fue agarrando moral, y terminó, con uno de los estúpidos pirañones sentado debajo nuestro (luego tuvo algunas patadas de cortesía en el respaldar de su asiento), con un sonoro, Viva el Perú... carajo! Y todos, entusiasmados, aplaudieron.
O eso fue al inicio de la película?
La cosa es que el 28, sábado, como suele pasar, entré al canal 5 de la mañana para pasar el resto de la jornada en el Congreso. Allí coincidí con Ripel, que hacía un despacho en vivo para la China, cosa muy graciosa de ver. El tema es que quedamos en hacer algo para celebrar las fiestas, así que tras cada uno de los cuatro irse a dormir por la tarde (Lore también entró temprano ese día), terminamos yendo a ver Los Simpson.
Aquí viene la mezcolanza (se escribe así?) de temas. Cuando terminaron los trilers, se apagan las luces y suena, ta-dáaaa, el Himno Nacional. Había olvidado la costumbre de cantar el 28 de julio. Total, que solo algunos pocos se paran. Pero lo que más me reventó fue el chongo que metían los más chibolos (recuerden que era película de dibujos) Estos pequeños hijos de puta, y no tan pequeños -había algunos que tenían pinta de ya pisar una universidad o al menos haber dejado el colegio-, metían chongo y se esforzaban en destacar que eso, lo del himno les llegaba al huevo.
La mayoría se mantuvo tiesa, hasta que, al menos eso fue lo que me movió a mí, la indignación provocó que el público se parara y empezara, finalmente a cantar. Lore, pegada a las tradiciones clásicas, lo hacía completamente convencida de su causa, con una mano al pecho. Algunos sólo se limitaron a escuchar de pie, y otros cantaban con voz tímida, como avergonzada.
A mi lado podía escuchar que un pata también cantaba, y a mi espalda un gringo (lo comprobé luego) al menos intentaba silbar la letra. Al final, la cosa fue agarrando moral, y terminó, con uno de los estúpidos pirañones sentado debajo nuestro (luego tuvo algunas patadas de cortesía en el respaldar de su asiento), con un sonoro, Viva el Perú... carajo! Y todos, entusiasmados, aplaudieron.
O eso fue al inicio de la película?
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