La vida es sueño
¿Qué es la vida?, un frenesí;
¿Qué es la vida?, una ilusión,
una sombra, una ficción.
una sombra, una ficción.
Y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Don Pedro Calderón de la Barca, de "La vida es sueño"
Así suele suceder. En estos momentos, mientras escribo, siento como los ojos me raspan, los párpados me pesan y a gritos mi cerebro pide que lo desconecte un ratito. Detrás mío, en uno cómodos sillones de cuero, frente al televisor, hay sentadas ocho personas. Seis de ellas están con los ojos cerrados. Cabezas ladeadas, brazos cruzados sobre la barriga, sonrisas beatíficas y caras de yo-no-fui.
A qué viene todo esto. A mi nuevo turno en la rotación de la oficina. Me toca ingresar a las seis de la mañana, lo que equivale no sólo despertarse a las cinco, si no que para eso -ay mísero de mí, ay infelice- debo acostarme, a más tardar, a las 11 de la noche. Qué fácil, no? LA cosa es que entre que me acuesto y me duermo, mi cuerpo recién suele ponerse de acuerdo como a la media hora.
Hasta allí el tema no es muy grave. Técnicamente debo dormir ocho horas. Según quién, según yo por supuesto, y mi grado de cansancio. A veces, según las exigencias de la jornada, llego a mi casa y me quedo dormido a media tarde. Lo malo es que resulta siendo arma de doble filo, porque cómo le explico al resto de mi cuerpo, que declaró su independencia de mi cerebro hace una punta de años, que se duerma de nuevo a las dos o tres horas, y no me tenga rebotando en la cama, como yonki en bajada, a4 horasde levantarme para ir a trabajar. O mejor aún, cómo mantengo un ritmo de vida normal, con la gente reuniéndose a hacer algo y yo cayéndome a mitad de reunión, o de película, o dena o lo que fuera.
Ya sé. La culpa la tienen mis padres. Ellos, precursores de Ned Flanders, el vecino santurrón de Los Simpsons, nos convencieron al trío de tetudos que formábamos con mis hermanos, de que se iba el sol y nosotros a la cama. Su excusa era que como debíamos estar en el colegio a las 7 de la mañana, un horario criminal, por demás, debíamos dormir lo suficiente. Años después recién comprendimos que era su forma de lidiar con tres niños que se llevan un año entre sí, para que dejen de joder temprano y la casa no se caiga a pedazos. Pero la costumbre de dormir mucho se me quedó.
En la universidad se desterró un poco . Vamos, que uno es joven y de lo más normal salía de clases un viernes por la noche, cervecitas, baile, y allí estaba el sabado por la manana en razonable estado de cordura. Pero reflexionando, dormir esrico. A veces da un poco de cargo de conciencia,o de fastidio puro y duro, descubrir que uno se levanta y zaz, se acabo el dia, basicamente porque uno lo empezo como a la una de la tarde.
Y es que ese es otro tema. Pocas cosas deben de haber mas gratificantes que pasarse un domingo, en pijama, solo o acompanado, segun las posibilidades, tirado en la cama como un sapo, viendo television, cualquier cosa que den, comiendo y haciendo todo sin moverse de esos maravillosos tres metros cuadrados de sabana y colchon que en esos momentos constituyen la patria verdadera de todo hombre.
Bueno, se habra notado (la verdad es que espero que no) que estos ultimos parrafos no tienenacentos, ni letras enies. Y es que lo termine por la manana. Me he despertado temprano, a las 7 y 30 a eme -suelo hacerlo 2 horas y media antes para ir a trabajar- y quise terminar esto. Pero no estoy en mi compu tradicional. Estoy en la laptop de Lore. Y claro, esta dormida, y supongo que si quiero ver el proximo amanecer, la debo dejar en tal estado y no preguntarle donde diablos estan los botones que siento que le faltan a esta maquina de escribir, con televisor.
En fin, sigue siendo rematadamente temprano. No hay nada en la tele, desde la ventana se ve que la ciudad esta dormida, asi es que mejor yo voy haciendo lo mismo. Total, es gratis y no necesitas ropa ni equipo especial para hacerlo.
2 Comments:
...lo que son las cosas. Después de un día horrible, busco en internet algo sobre el yin y el yang. Me encuentro con un blog calcado al mio de un periodista...como yo.
Y supongo que es una tontería, pero sonrío.
Encantada.
Yo no duermo casi nada, pero envidio a los que lo hacen.Sabes? buscaba algo sobre comida y tropece con este blog.
Gracias!
Adriana
Publicar un comentario
<< Home