Memoria rígida
Estos días de desvelo y poco sueño, me han tenido alejado del teclado, en parte por el poquísimo tiempo que me queda para hacerlos, como también, porque mi buena computadora decidió decir hasta aquí llegamos juntos, compadre.
La cosa parece tener arreglo, así que muicho tampoco me mortifico, que mal que bien puedo hacer algunas de las cosas que necesito desde la Pc de mi oficina u otras dependencias donde me lleve el viento, salvo algunas comunicaciones recientes y urgentes que no he podido confirmar, aunque los rumores ya me hayan alcanzado de lleno. En fin.
La cosa es que mi desconsuelo no es tanto, porque sé que lo de mi PC tiene arreglo. Pero, recuerdan a la HP, esa que tocaba música bajito. Pues se murió. Esa sí dijo gracias por todo y sus 40 gigas de almacenamiento se fueron al traste. Como era de suponerse, su rubia dueña está desolada y es que dense cuenta de la magnitud del naufragio. Y lo comento, para que ya mismo, tomen medidas correctivas para no atravesar una situación traumática de ese tipo.
Todas sus fotos digitales desaparecieron, salvo las 18 que quedan en su HI5. Perdiò hasta el ùltimo de sus trabajos universitarios, sus cientos de canciones, incluyendo unas de regetón que jamàs pensé que alguien pudiera escribir. Pero lo que a ambos más nos duele es la pérdida de su poesía. Tuve la oportunidad de acercarme una vez a la carne viva impresa en letras que era uno de sus escritos, y siento que aquellos 80 folios no podrán conmover a nadie nunca más.
Se han puesto a pensar qué es lo más valioso que guardan sus discos duros. Cuántos recuerdos, buenos, malos, de orgullo, de miseria, se guardan en esas cajas color plata? Piénsenlo, porque hay cosas, como el robo de la memoria, que son irrecuperables.
Bienaventurados los que están a tiempo.
La cosa parece tener arreglo, así que muicho tampoco me mortifico, que mal que bien puedo hacer algunas de las cosas que necesito desde la Pc de mi oficina u otras dependencias donde me lleve el viento, salvo algunas comunicaciones recientes y urgentes que no he podido confirmar, aunque los rumores ya me hayan alcanzado de lleno. En fin.
La cosa es que mi desconsuelo no es tanto, porque sé que lo de mi PC tiene arreglo. Pero, recuerdan a la HP, esa que tocaba música bajito. Pues se murió. Esa sí dijo gracias por todo y sus 40 gigas de almacenamiento se fueron al traste. Como era de suponerse, su rubia dueña está desolada y es que dense cuenta de la magnitud del naufragio. Y lo comento, para que ya mismo, tomen medidas correctivas para no atravesar una situación traumática de ese tipo.
Todas sus fotos digitales desaparecieron, salvo las 18 que quedan en su HI5. Perdiò hasta el ùltimo de sus trabajos universitarios, sus cientos de canciones, incluyendo unas de regetón que jamàs pensé que alguien pudiera escribir. Pero lo que a ambos más nos duele es la pérdida de su poesía. Tuve la oportunidad de acercarme una vez a la carne viva impresa en letras que era uno de sus escritos, y siento que aquellos 80 folios no podrán conmover a nadie nunca más.
Se han puesto a pensar qué es lo más valioso que guardan sus discos duros. Cuántos recuerdos, buenos, malos, de orgullo, de miseria, se guardan en esas cajas color plata? Piénsenlo, porque hay cosas, como el robo de la memoria, que son irrecuperables.
Bienaventurados los que están a tiempo.