No sabe no opina

Nombre: Gastón
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

jueves, 30 de agosto de 2007

Lux in Tenebris

No he querido escribir sobre lo que me tocó ver en Ica apenas regresé de allá, por un simple ejercicio de higiene mental. Cualquier cosa que hubiese escrito los primeros días apenas regresado, habrían tenido enfermizamente repetidas palabras de las que no me quiero acordar. Como le decía a mi madre, que me preguntó porqué no llevé conmigo mi cámara viajera, hay recuerdos que simplemente no quiero tener.

A lo que iba, es que justamente el estar en Lima, y los contrastes con la destrucción allá (y eso que llegué a los 5 días, y no a Pisco) me hícieron ver la ciudad de manera diferente. Veamos. Con anterioridad, sólo había escuchado comentarios similares de personas que habían estado presas y luego se maravillaban de pequeños detalles. A mí me pasó lo mismo. Me refiero, y fue lo que me llamó más la atención, a salir de noche a una ciudad con luz. Y créanme, luz, igual que agua, significa vida.

La luz significa que hay parejas tomando café en una terraza en la calle, que los semáforos ordenan el tránsito, que los autos no són sólo monstruos ruidosos con dos bolas amarillas en la noche. Todo eso significa la luz ahora. Signific que hay ruido en las calles, alegría, la certeza -falsa- de que nada malo te podrá pasar ni que el mundo se te vendrá encima en cualquier momento, o más concretamente, no se abrirá a tus pies.

La primera impresión que me llevé del terremoto, no fue ver casas deshechas o gente durmiendo en las calles. Fue llegar al aeropuerto militar (donde me esperaba Lore para ser relevada) y ver que Pisco era un hoyo. Desde el cielo, sólo se adivinaba una negrura infinita a las nueve de la noche, salpicado por algunos puntitos naranjas, allí donde había un grupo electrógeno, trabajaba una cuadrilla de rescate, o enfocaba la lamparita de un camarógrafo.

En Ica, pese a que trabajaba casi siempre de día, cuando se iba el sol, la ciudad tomaba un cariz diferente, y con el equipo procurábamos ocuparnos de otras cosas. Nos íbamos, por ejemplo, al casco urbano de la ciudad, y como era de ladrillo, allí las casas no medían medio metro de alto, si no que sólo presentaban rajaduras y cristales rotos. Ese era nuestro refugio, circular bajo el amparo de la luz, aunque sea sólo en algunas pocas calles. Luego, si queríamos o podíamos, nos metíamos de nuevo en la boca del lobo.

Porque la oscuridad también significa silencio. A veces, avanzábamos en la camioneta convirtiéndonos en la única fuente de luz en cientos de metros con sus faros encendidos. Llegábamos a los callejones de la periferia de la ciudad (recuerden, Ica no se calló, pero lo pueblitos de afuera sí) ya veces nos cruzábamos con una patrulla del Ejército caminando entre las sombras, o despertábamos, con el ruido del motor, a alguien que antes de las nueve, ya dormía para despertarse a las seis con el solo sobre su cabeza alumbrándolo.

Es por eso que me maravillé al regresar a Lima. Aquí es como si nada hubiese pasado. La gente reía, caminaba y seguía con su vida; allí descubrí -frase posera aparte- que la luz es vida.

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domingo, 19 de agosto de 2007

Todas las manos

Acabo de llegar al canal. Los últimos dos días que nos ha tocado trabajar nos la hemos pasado en el Estadio Nacional. Los horarios en el canal se han vuelto especiales, ahora todo el mundo mete el hombro sin importar los días asignados.

He estado en el Nacional, les decía, y en medio de toda la mugre reconforta un poco ver lo solidaria que es la gente. Pero no dejo de tener mis dudas. No sé por qué insisto en sabotearme las posibilidades de mantener un buen ánimo. Lo digo porque las toneladas y toneladas de donaciones que llegan -985 hasta hoy domingo por la noche, según el presidente del Congreso- se apilan en el mismo lugar donde deberían, debieron, deben, acumularse las donaciones para las personas afectadas por el friaje. Todo lo que llega al sur, debajo de la gigantografía de dos niños, quemados por la nieve, que piden ayuda para toda la región altoandina.

Y sin embargo, ahora llega cualquier cantidad de ayuda para el sur. Quién entiende e los limeños. Algunos antropólogos y sicólogos ya han lanzado sus primeros ensayos sobre el tema, pero a mí me siguen quedando las dudas. Lo que sí es ciertoes que a la hora de poner el hombro todos colaboran. A la hora de llenar camiones, empaquetar víveres, descargar ropa.

Lo olvidaba. Insistó en esto hasta aburrirme. Por favor, no hay que devolverle sólo la esperanza a esta gente. También la dignidad. Me desesperaba ver a los voluntarios teniendo que desperdiciar su tiempo en separar ropa inservible de las donaciones. Entiendan esto: los daminificados no son un basurero que recoje todo. No es posible que se envíen pantalones con los fundillos rasgados, camisas sin botones, ropa manchada sabrá Dios de qué. Zapatos que no les han quitado ni el barro. Chompas con hongos. Una chica, con un pañuelo en la cabeza, se dio cuenta que la miràbamos mientras trataba con una aguja de zurcir un hueco. No es justo. Esto es casi criminal, me decía indignada.

La gente hacía cuadrillas y líneas tipo hormigas patra trabajar. Ejn el grupo que nos tocó con mi equipo, estas fueron algunas impresiones recogidas.

"Vine para dejar una caja de leche con mi hermano, pero cuando llegamos, la gente gritaba 'voluntarios para el camión' y casi casi acabamos arrastrados. Pero aquí estoy, este es el segundo contenedor que llenamos" Rodrigo, universitario.

"Pucha qué bravo. Hay que tener maña para cargar estos bultos. Felizmente estamos acostumbrados, jaja, y estos sacos de arroz -50 kilos- nos los echamos sobrados. Pero tú, mañana no te levantas, primo" Marco, infante del batallón artillería de campaña.

"Todos hay que venir a apoyar. Además el ejercicio siempre viene bien. A ver, dónde está el agua, que tenemos que terminar de cargar este camión" Beatriz, Defensora del Pueblo.

"Es mostro. Nosotros vimos en la televisión que se necesitaban manos y nos vinimos. Felizmente podemos organizarnos nosotros sólos. Cargando lo que haya que cargar; cuando ves que seciera la puerta de un camión lleno de cosas, aplaudes y te emocionas. Me contaron pero no me lo creía. Soledad, contadora.

Y así, sábado y domingo siguen llegando cosas. Puerta 1 de la tribuna Norte y toda la Tribuna Sur del Estadio Nacional. Si quieren donar medicinas, indiquen para qué sirven, y si esropa, de preferencia pongan un cartelito diciendo si es de hombre, mujrr, niño, zapatos, lo que sea. Así se acelera el trabajo.

Hoy es un día de contradicciones. La verdad es que no sé ni cómo debería sentirme. El terremoto me ha hecho sentir que de a pocos, podemos creernos que creemos en la solidaridad.

Eso es.

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jueves, 16 de agosto de 2007

Se fue

Acabo de revisar el blog de M en el Utero y vi esto.

Se me quieren salir las lágrimas.
http://uterodemarita.com/2007/08/16/esto-ya-no-existe/

Al menos la visité de niño. Cuánto dolor.

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El día siguiente

Puedo ver a Lore en la tele, desde mi cama. Luce cansada. No tengo los lentes puestos, pero le siento la voz. Está en la plaza, donde la gente a dormido a la intemperie cubierta con frazadas, al lado de sus familiares muertos. Nadie los levanta aún, y ellos no los quieren dejar. Son apenas unos minutos pasadas las seis de la mañana, el paisaje que presenta la cámara de Chuto es desolador. Lorena lo explica todo. Sus imágenes salen por dos canales a la vez.

De mi hermano no supimos nada toda la noche. Llego al canal, con ropa más cómoda que el terno que me pongo todos los días. Igual nos toca cubrir lo que pasó aquí. Recorremos toda la ciudad. Me voy a referir a lo que vi en Barrios Altos, en el Callejón del Buque. La miseria allí es difícil de explicar, 150 personas en un solar de tres pisos que convirtieron cada habitación en una casa.

Todo el edificio está agrietado y uno no distingue las rajaduras de la noche pasada, de las de viejos terremotos que el solar ha resistido. Antes de salir en cámaras insisto con mi hermano; no sabemos nada. Una mujer nos cuenta de lo mal que la pasaron. Dos ancianitos me invitan a pasar su casa. El es un hombre paralítico, ella apenas puede ver y es sorda. Me ignora y sigue en su sopa. El homnbre nos explica la impotencia de no poder ssalir, sólo tomar la mano de su mujer que no se quería tomar la medicina.

Mientras lo escuchaba con su tono cansado, pensabe en que esto debe ser el amor. Esperar la muerte, sereno, en un viejo solar decrépito y abandonado como uno mismo; tomando la mano de tu mujer. Incapaz de dejar tu casa así quisieras y hubieran escaleras en vez de tablas empotradas, y uno tuviera fuerzas y 30 años menos, y ganas de empezar todo de nuevo.

Terminamos el despacho. Nos comemos al vuelo un tamal en la tienda de la puerta del solar. Hay que seguir patrullando la ciudad. Ya pasó la hora del almuerzo y el estúpido de mi hermano sigue sin aparecer.

He podido hablar con Lore. Las cosas allá están terribles. Nos hemos visto mutuamente en la pantalla. Es curiosa esta relación. Antes la gente debía esperar una larga carta para saber de las desgracias de un pariente, ahora basta una llamada telefónica (cuando se puede) y en nuestro caso privilegiado, tener la señal del canal que nos permite ver en qué anda el otro. Nos damos consejos mutuamente, tratamos de hacer algunas bromas para levantarnos el ánimo. Nos extrañamos, cada uno hubiera preferido quedarse trabajando al lado del otro, pero así es la vida que hemos escogido juntos.

Ella mantiene el mismo peinado que ayer, imperturbable a pesar de no haber dormido en 36 horas. Es una buena chica, todos saben que va a llegar muy lejos. Nos deseamos suerte, y seguimos cada uno en lo suyo, tratando de no pensar. De mantener la distancia con la desgracia. La gente sigue llegando al canal. Nos preguntan si sabemos de sus familias. Nos dan nombres directamente. Su presencia me ofusca, nosotros no tenemos la llave de sus problemas. Me siento molesto, yo no sé nada de mi hermano, porqué tendría que saber algo de los de ellos. No se los puedo decir, hay cosas que no se hacen. Pobre gente. Me siento una mierda por pensar así.

Todo el día es lo mismo. Donaciones de sangre, de víveres, de frazadas. La gente se pone de pie y ayuda con lo que puede. Se hace de noche, seguimos trabajando. El enécimo despacho de la jornada. Alegra ver la gran cola que hay para donar sangre. Tratamos de ponerle un poco de buen ánimo al asunto. Por favor, vengan a donar, es para salvar vidas.

Miro a lagent que se amonton curiosa al rededor de la cámara. Les llega al huevo donar, ellos se amontonan para salir un segundo en pantalla. Todo les da risa. Me gustaría que vieran las imágenes de niños con los huesos de las piernas expuestos, o la gente con la cabeza rota que duerme al pie de las ruinas de sus casas. Prefieren quedarse allí y no ir al médico para evitar los saqueos. Lore está impresionada por la destrucción, y con ella todos nosotros. No tienen dónde comprar comida o dónde dormir. Por fortuna llevaron agua de Lima. Le digo que aguante un poco más, que ella es fuerte, y no lo dudo. Mi hermano también es fuerte pero sigue sin aparecer, ni él ni su barquito.

Después del despacho, la gente sigue donando. Háganlo. Se puede hacer hasta tres veces al año. Sólo eviten tener tatuajes de menos de un año de hechos, no tener ETS, hepatitis, o haber comido algo frito en las últimas 4 horas. Fuera de eso, toda la sangre que puedan dar es bienvenida.

El equipo está agotado. Llegó al canal, dejo las chivas, compruebo los horarios del día siguiente. Recojo las cosas que Lore dejó en la redacción antes de salir volando a Ica. Prenso la radio de mi fono, maquinalmente pongo las noticias. Pero ya me hartaron por hoy. Dejo una estación de música al azar. Llegó a la casa.

Hay noticias. Contactaron con la nave de mi hermano. Llega al Callao al amanecer. Yo sólo me siento en la computadora a desahogarme un poco. Mañana seguiremos.

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Terremoto

Empezó como una sacudida ligera mientras escribía una nota sobre la interpelación a Alva Castro. De reprente, lo que pensábamos que era un temblor más de los que nos asustan en la ciudad empezó a temblar más. Las mamparas de la redacción empezaron a temblar y se levantaron las primeras caras de sus computadoras. En cuestión de segundos, al grito de "calmados!" todos empezamos a desalojar. Lore -maquillada todavía para leer- nos atajó con su metro ochenta en un arco de columnas. Ahí esperamos unos segundos más. Que la gente se tranquilice para poder bajar las escaleras sin rodarnos. Toqué los muros y temblaban como si los golpeara una compresora. El ruido de las mamparas aumentaba.

Veo el televisor. Nico sigue en vivo. Con todo temblando, con varios tachos de luz que se tambalean sobre su cabeza en el estudio, Nico sigue en su programa. Levanta la vista una vez. Lee. La levanta una segunda vez. Sigue en lo suyo. Mira a un lado. Manda a comerciales y se levanta de la mesa. Un minuto, tío; unnnn minuto me quedé en la silla me contaría después, todavía algo pálido.

Llegamos a la puerta. Los chiquillos del programa de Raúl huían despavoridos por la pista. Los invitados al programa económico recién se daban cuenta de lo que sucedía, porque en sus autos no sentían nada. Las primeras cámaras empiezan a grabar a todos reuniéndose en la pista. La imagen que me llevará del sismo que ha matado a cientos de peruanos es la de la gigantesca antena del canal de la avenida Arequipa meciéndose como una caña de bambú al viento. Levanté la vista y adiviné nuestra propia antena gigante, posiblemente haciendo lo propio sobre nuestras cabezas. La tristeza, pensé, esta se cae y acá acabamos todo. Lore estaba a mi lado, consolaba a no se quién, que lloraba.

Pongo en mi fono las noticias. Dicen que es de 7 grados, que ha sido en Pucallpa. Luego lo mueven a Piura. Al final dan la noticia que todos conocemos. Tras el pánico, salió la reacción. Mover todos los programas, sacar las cámaras a la calle. Levanten la pauta, llama al Indeci, comunícate con el geofísico. Corre, sal, de una vez, ahora. Ya!

Mi nota del Congreso quedó en nada. Tomamos un carro de deportes, un técnico y salimos con videorrportero que estaba desde la mañana. Eramos lo más cercano a un equipo que podíamos armar. Propuse la Costa Verde. Grabamos la salida del mar, las rocas caídas. Una réplica nos sorprende en la oscuridad, desprendiendo más piedras. Grabamos polícias desviando el tránsito al borde del mar; pescadores sorprendidos en su faena. Todo es oscuridad y una infinita soledad a las siete de la noche. Tratamos de salir en vivio, pero es imposible, las líneas telefónicas están saturadas.

En la radio confirman que es en Ica, ya se habla de los primeros muertos. De la amenaza de tusami, nosotros seguimos grabando en la playa. Mi hermano. Recuerdo que mi hermano está navegando. Que está en un buquecitom pequeño, en el mar de Ica. No se sabe nada de él ni de la nave. En la capitanía tampoco.

Regresamos al canal con nuestro primer material. Daba gusto ver la redacción. Eran casi las nueve y todos los equipos de la mañana, estaban allí. Muchos dejaron el terno por ropa de faena en previsión de lo que se venía. LAgunos venían en grupo directamente de jugar o de comer. Todos están alistando sus equipos, revisando las noticias, buscando contactos. Lore, todavía con suecos y maquillaje, parte a Ica. Le espera un viaje de toda la noche, para abrir en vivo el noticiero de las seis de la mañana.

Más réplicas. O sólo lo parecen. La gente está algo neurótica. Los nexteles no sirven, los rpm están muertos y las líneas telefónicas colapsadas. Volvemos a salir a la calle. Edición extraordinaria de todos los noticieros. La tierra sigue temblando. Pude hablar a mi casa. Todos bien, mis abuelas también. Uno de mis hermanos está en Moyobamba, ya se comunicó. Del otro no sabemos nada.

Regreso a casa a media noche. Finalmente me puedo preocupar de mis propios problemas. Nadie sabe nada de mi hermano. Sucelular mete de frente la grabadora. Acomodamos las cosas para una posible réplica que nos sorprenda en la madrugada, pero en casa, nadie duerme.

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lunes, 13 de agosto de 2007

Verguenza ajena

Me encuentro en el Congreso, de guardia y a la espera de que ocurran unos acontecimientos no estpy muy seguro si justos y/o necesarios. El tema es que mientras escribo y leo, tengo el canal encendido en el televisor de la sala de prensa, y Lore acaba de mandar una conferencia de prensa de César Alvares, presidente regional de Ancash.

Quiero escribir los sentimientos que este patita me inspira, pero siento que voy a caer en una mala copia de la columna de los jueves del tío Bedoya, en Correo. La cosa es que escucho elfulano hablar y francamente enrojezco. El resto de colegas están en las computadoras del costado, y primero voltean como distraídos a escuchar lo que dice, y luego, en franco vacilón, le prestan atención como quien asiste a un monólogo del chato Barraza.

El genio de la polìtica se aplica con furia a la demagogia y dice que "tiene un cuchi'o clava'o en el corazón. Oye ,hermano, qué feo, cómo nos van a hacer eso". Para él, hablar en público, de cuestiones políticas y del destino de sus representados de Ancash es poco menos que una charla entre patas, así, tranquis, cague de risa, pidiendo un billete, lo justo pe' varón. Ya pe', Alan, sácame de misio.

Y así, tiene la plena seguridad que, una foto por aquí, una portada por allá, asegura el éxito político, lapalmadita en el hombro, y con suerte, la reelección, o quizá, país de las maravillas, el salto al Congreso.

Lo más triste de todo, es que quizá sí tenga razón.

domingo, 12 de agosto de 2007

The Last Home Inn

Se trata de la Posada del Ultimo Hogar. Se hizo famosa en saga de Margaret Weiss y Tracy Hickman, inmortalizada en la saga de los Héroes de la Lanza, cuando parten a la guerra de la Dragonlance; una de esas histórias épicas, donde el destino de todo está en manos de un grupo de amigos y otros que no tanto.

A qué viene el tema? En que toda está saga se inicia con el reencuentro, tras muchísmo tiempo, de un grupo de amigos muy cercanos que se reunieron con un objetivo común, y que por cosas del destino se fueron separando. Finalmente, fijaron una fecha para reunirse, y por supuesto, uno a uno, o en pequeños grupos, fueron llegando. Salvando las distancias, ayer parecía un día de esos. Si leen el blog del comodoro Faber (http://fabbernoduerme.blogspot.com/) podrán ver que se trató de la reunión de aniversario de Dragones del Sur.

Sip. Mi vena friki sigue aflorando de vez en cuando y a mucha honra. Para dejarnos de cosas, el tema es que nos reunimos y volví a ver después de mucho tiempo a mis amigos de aquella época en la que jugaba Dungeons nd Dragons, donde obviamente está ambientada la saga de Dragonlance y the LHI. Aunque no pude hablar con todos como hubiera querido, todavía se encontraba la viaja camaradería de los que -literalmente, al menos en papel- han corrido numerosas aventuras. Esta vez fui con Lore. Nada mal llevar a la novia a estas reunas, porque se puede sentir que el vínculo se fortalece, comparto con ella, y comparto con ellos.

Para qué la vamos a hacer más larga. En el Buen Sabor me divertí, comí grasa hasta que me dolió la barriga, y compartimos como siempre la larga mesa que alguna vez estuvo llena de libros y dados. Bueno fue verlos, gente.

El de Bronce.

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miércoles, 8 de agosto de 2007

Adios delfín

Felicitaciones humanidad. Logramos una nuevamarca. La tecnología del hombre no sólo consiguió poner un hombre en la Luna, la nano eléctrica digital y que Susy Díaz sea congresista. Ahora también podemos colgar en el Salón de la Fama de la estupidez humana, haber desaparecido al primer cetáceo de nuestra colección.

Esta es la nota,tomada de EFE: Científicos de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL) consideran que un delfín chino de agua dulce, conocido como baiji, está prácticamente extinguido. Según los expertos, este delfín es el primer cetáceo que desaparece de la Tierra como resultado directo de la influencia del hombre, debido a una pesca desregulada. Los expertos, que hoy publican su estudio en la Royal Society Biology Letters, aseguran que no han podido localizar a ningún delfín baiji en el río Yangtze, su hábitat natural, durante una profunda investigación que ha durado seis semanas.

Yupi yupi, compadres. Con un poco de esfuerzo, la noticia será confirmada en cualquier momento. Vamos ahí, que el calentamiento global sea nuestro aliado estratégico, y con ese idiota de encefalograma plano que es el presidente de los yunaites, fijo la hacemos linda de aquí a algunos años.

Pobre delfín, pobre Tierra, pobre futuro. Pobres diablos.

martes, 7 de agosto de 2007

Ocho cosas que Ud. no sabía sobre Gastón

Atendiendo a una visita del commodoro Fabber (los locos tenemos nuestro propio lenguaje, déjesnos ser), dejamos la bandera del Tercio en sus cofres y preparo el siguiente reto. No hay que pensarla mucho si es que se ha leído el encabezado, pero como tengo unos minutos libres, allá vamos.


1.- Me encanta "Mujercitas"
No la película con Winnona. Sip, ese libro de la tía Louise M. Alcott que narra las aventuras de Jo March y sus hermanas durante la ausencia de su padre en la Guerra de Secesión. La familia Ingalls meclada con el señor Scrougge. Me habré leído el libro de niño unas 5 o 6 veces, en una edición ilustrada, obviamente, en esa maravillosa época en la que cuando los niños nos aburríamos, LEÍAMOS. No quise destruir su recuerdo viendo la película, recuerdo que por otro lado me lleva a las tardes en el patio de mi abuela, donde cantaban los canarios.

2.- Soy alérgico al cambio de clima
Los que quieran reportarme con los Hombres de Negro, el Area 51, o el profesor X, pierden su tiempo. Cuando era muy niño, era alérgico a casi todo: que recuerde, a las galletas de vainilla, a la humedad, el chocolate, la sal, las plumas de ave (adios canaritos...) el coco, y un larguísimo etcétera. De esa época sólo me quedan la de las picaduras de insectos, que hacen que cada pinchazo se multiplique por 10, o me necrose la piel, y al cambio de clima. No le cran al Senamhi, cuando vean en mis brazos erupciones coloradas, es que o llega el invierno o llega el verano. La purita verdad.

3.- Fui a los Boy Scouts
Está bien, lo dije!. Ah, el peso libre de la liberación. Pero valgan verdades, nunca me inscribí completamente. Mis hermanos y yo íbamos a los campamentos y a algunas charlas, y para qué, nos divertíamos bastante. No me gustaba el brebaje ese de cllor casi transparente y super endulzado, que nos querían hacer creer que era chocolate caliente, pero recuerdo con cariño los hot dogs que hacíamos. De esos días me queda una mínima habilidad para hacer una parrilla y para temer a los mangansones con uniforme de niñito.


4.- No me gustaba leer
Aunque ahora suene raro, hasta los siete u ocho años, aborrecía la laectura. Prefería ver televisión o jugar con mis legos. Leer, qué huevada, paso. No recuerdo bien cuál fue el incidente que le dio el giro a mi vida, pero en algún momento me podía paasr horas de horas con un libro abierto. Debe haber sido la época en la que mis viejos me castigaban sin salir de mi cuarto en toda la tarde. Como no podía prender la tele y me sentía culpable de hacer dibujos u ocuparme de alguna otra ocupación medianamente gratificante, me encerraba en una colección enciclopédica que me regaló mi abuelo. Ahora tengo en mi estante unos 25 libros nuevecitos, sin siquiera haberles quitado el forro. Ya les llegará su turno mientras leo otros que merecen mayor prioridad.



5.- Temo a los gatos
Algunas personas le tienen miedo a los perros, otros a los cocodrilos, unos más a Ollanta. Yo, le tengo miedo a los gatos, los michis, eeesos que mi tio dice comerse con papas en cacerola. La cosa es que me vengo a enterar hace pocos años, que en casa de una de mis abuelas, la señora de la limpieza me amenazaba con encerrarme en el baño de servicio con un gato. Cosa incríble si tenemos en cuenta dos cosas: la primera, que la abue no tenía gatos (recuerdan los canarios?); y la segunda: Yo me la pasaba leyendo "Mujercitas", así que no friegues, vieja loca. Hacerle esa maldad a una criatura. En fin. Tampoco es una cosa que digamos, me aterrorizan ni me paralizan de miedo, pero siempre que puedo, intento evitar a esas criaturas infernales.

6.- Soy acrofóbico
Continuando con el tema de cosas que temo, pues eso. No tengo estómago para las alturas, me dan un vértigo de espanto, y no sé por qué, unas irrefrenables ganas de saltar, por ejemplo, de un balcón al que me asomo, hacia el vacío. Sólo de pensar en eso "ya me dio cosa". Eso no significa que le temo a las piruetas y a la velocidad. Disfruto como chancho en basural trepado en una montaña rusa; es más es, es mi atracción favorita. Pero no me pidan que me suba a un andamio o me asome a una azotea, porque quedo más asustado que perro en moto.

7.- Me gusta el regetón.
Vuelve Daddy Yankee!. Oh, sí, el Cangri vuelve! Sip, en mi repertorio hay Don Omar, Wisin y Yandel (El dúo de la historia, o la combinación del dinero), Héctor el Father, Tito el Bambino, Calle 13, y Los Benjamins. "Noche de entierro" me parece una de las mejores canciones que hay. Cómo, no la han escuchado, qué mal. Eso, lo del reggetón, no significa que me guste el perreo, y meeenos, que lo baile, pero el reggetón rulz. Casi, como Jack Bauer.

8.- Me olvidé
O sea, es exactamente lo que quería decir. Ultimamente, cosa de uno o dos años, me olvido en gran forma de todas las cosas. Mi teoría es que puede que tenga lleno el disco duro de "archivos temporales de internet". Un ejemplo, puedo recordad el nombre de un ex novio de mi abuela, pero no el color de la corbata que me puse hoy. Una canción de cuando estaba en el nido "Los niños de Jesús" (cómo rayos recuerdo ese nombre!) pero no una conversación telefónica de esa misma mañana, lo cual, obviamente, me hace repetir los mismos chistes a las mismas personas. Ventaja? Puedo releer un libro a los dos años, como si fuera la primera vez.

Eso es todo. Se lo paso, si quieren, el Gonz, M, Simón y Xtian.

*-*-*-*-*

UPDATE: 13 de agosto
Aprovecho para poner, como invitada especialísima de este blog, a doña Lore.

El chisme, oda al chisme, paran rajando a mi maga y a mi trome pero bien que les encanta cuando les cuentan la cochinada, asi que siguiendo con la magalizacion de la información aqui 8 cosas que no sabian (todos) de mi.
1. no comparto mi comida: asi es. Soy egoista...gran drama, mi comida es MIA. Yo me la estoy comiendo y si tengo el tenedor en la mano es porque evidentemente sigo comiendo, tengo hambre. Asi que: si te invito mi comida hay 3 opciones, no me gusta, ya me llené o te quiero demasiado. Pero el 95% de los casos son las dos primeras opciones.


2. Hasta los 14 años animaba las fiestas infantiles de mis primos: si, mi complejo de Dalina, cindela y burbujita se fusionaban para crear coreografías elaboradas y vestuarios coloridos (hay fotos), además de juegos y toda la parafernalia que las amigas de los bajitos tienen que tener para caerle bien a los niños. Me hice tan buena amiga de los bajitos que me quedé con uno para mi, jajaja.

3. no se dibujar: no, este no es un complejo de inferioridad para que vean mis dibujos y digan "no dibujas mal", creanme, no he conocido a nadie que vea mis dibujos y no me de la razón. Simplemente no puedo dibujar, la clase de Arte fue un suplicio para mi, cada bimestre habia autoevaluacion y como buena tarada yo siempre me jalaba porque era una verguenza lo que pretendian mis profesores decir que era "arte", arte nada. El arte y yo somos como Bush y Fidel.

4. odio los bichos: entendamos bichos como perros. Esas motas de pelo insoportables! Te persiguen, te acosan, se comen tus zapatos, todo el día quieren que los peines, pasees y les lances la pelotita...demasiada atención. Necesito seres en mi vida con mayor independencia emocional. En gneral no me gustan las mascotas pero si tuviera que escoger uno seria gato, esos si son lindos, astutos e independientes mas cercanos al tipo de ser vivo con los que me gusta tratar.

5. soy claustrofóbica: no se como lo heredé, quien me lo enseñó o que trauma albergará mi subconciente pero lo concreto es que lo soy. Trato de controlarme, o sea me subo a ascensores y a aviones, sufro todo el trayecto pero lo hago. Puedo cerrar mi puerta pero si descubro que se trabo y por eso no puede abrirse simplemente me muero y me pongo a llorar. Bye bye autocontrol, solo dejenme salir, respirar.

6. escribo poesía: tal vez debería poner esa entrada en pasado pero me gusta dejarlo en presente por si alguna vez recupero la inspiracion. Hace mucho que ya no tengo nada que escribir, escribir de la tragedia, del desamor y no es que haya vivido una tragedia griega ni mucho menos, pero cuando uno es menor cualquier pleito tiene categoría de tragedia, asi que cuando maduré se fue mi poesía. Tal vez algun día regrese, quien sabe por lo pronto me quedan los recuerdos de aquellos días donde parecía que el sol no iba a salir jamás.

7. fui porrista: B-L-U-E, that's the way to win!!! y tantas barras mas. Fueron muchos años del colegio las que vestida con faldita y cargando pompones animaba a mi House cada House Festival (mi colegio era británico, asi que todos los nombres de esas cosas siempre eran en inglés). Me disfrace de Pocahontas, porrista, bella genio, gitana, payaso, rapera, etc, etc. Era genial poder gritar y hacer el ridiculo por un rato lo malo es que al ser alta yo era la base de la pirámide y como resultado me quedé con una hernia lumbar de recuerdo.

8. Soy un fracaso al volante: no es que no sepa manejar o no haya tenido un profesor, fui al Touring y aprobe mi curso, tuve clases particulares y logre aprobar no se como el examen con mi Tico Automático!!! pero lo aprobe, asi que lo tengo pero descansando tranquilamente en mi billetera sin ningun apuro por salir. Gente con deseos suicida me ha prestado su carro alguna vez pero se que no lo hago bien entonces para qué tomarme la molestia, mejor dejo las cosas y opto por el taxi la diferencia entre la gasolina y el taxi no es grande lo que si fastidia de no manejar es la comodidad de tener tu transporte a mano y no esperar en una avenida la buena voluntad de algun trabajador.

That's it, tengo muchas cosas mas, pero solo dije que contaría 8 cosas, suficiente terapia por una tarde.
Lore

lunes, 6 de agosto de 2007

Y me tocó

Como todas las calamidades que suelen ocurrir en nuestras vidas, esta la veia venir desde hacía buen tiempo. Sólo que, como estamos acostumbrados, simplemente pensaba, no, eso le pasa únicamente al resto. A mi sólo me toca reirme de la desgracia ajena y todo esto. Pero no pues, esta vez me cayó la desgracia encima, con el agregado de que me la estuve buscando, por no hacer nada para remediar la situación.

Fiel a su estilo de no dejarme tiempo para la decir que no -que tantos réditos le ha dado en los últimos meses (le ha agarrado el truco a la cosa, la maldita)-, mi queridísima se apareció cosa de diez y media de la mañana en mi casa. Había niebla, hacía frío, y lloviznaba.

Pasa un toque que te vas a helar. Pasa, nada; ponte zapatos y una casaca encima, que vamos a salir. Hasta allí, no la veía venir. Mi vida, nos vamos para inscribirnos juntos en un gimnasio. Chez, se me venía el mundo encima. Y como hombre maduro que soy, 29 años, un trabajo estable, y sólidos valores cristianos, llamé a gritos a mi madre.

Eeeee-rror. Nunca pongas a esas dos mujeres, y me refiero a la relación nuera-suegra, a jugar en pared, porque simplñemente te encajonan, te levantan en peso, y esntre piruetas y volantines de lanzan de la casa directo al hueco ese. La cosa es que llegamos, y bueno pues.

Nos recibió Judith-todo-sport. Hola en qué puedo ayudarlos. Mesa para dos, babosa, qué no ves que venimos a inscribirnos. No lo tengo pintado en la cara, o peor aùn, en el cuerpo? Nos alcanza las fichas para llenarlas. Cómo llegaron aquí, pregunta la fulana en licra naranja. Contra mi voluntad, le respondo. Ella responde con su sonrisa que hace mil abdominales y sigue a lo suyo.

Lore emocionada llena la solicitud, y nos dicen que regresemos al día siguiente para iniciar nuestras rutinas. Yo quería el paquete básico. Básico-básico rebásico, de preferencia que te den un control de Play Station para hacer los ejercicios desde mi cama, metido bajo dos frazadas. Lore se anotó a todo creo, menos a spinning, porque no puede, pero estpy seguro que de poder, se metía hasta de cargadora del Señor de los Milagros. De donde saca tanta energía esta mujer?.

La cosa es que descubrí que no tengo ropa de deporte (por qué será, no?) Así que la primera cosa para hacer es comprar al menos algo cómodo, y una toallita. Hum, eso me puede tomar algunos días... me pregunto cuámto tiempo podré dedicarle a recorrer tiendas comprnado ropa. Hasta diciembre?

jueves, 2 de agosto de 2007

28 y Los Simpsons

Bueno, tenía tantas cosas que poner sobre Fiestas Patrias y sobre la avalancha de pelas blockbuster que nos caen por esta época -que coincide con las vacaciones de verano estadounidenses- que bueno, me decidí por mezclar de todo un poco.

La cosa es que el 28, sábado, como suele pasar, entré al canal 5 de la mañana para pasar el resto de la jornada en el Congreso. Allí coincidí con Ripel, que hacía un despacho en vivo para la China, cosa muy graciosa de ver. El tema es que quedamos en hacer algo para celebrar las fiestas, así que tras cada uno de los cuatro irse a dormir por la tarde (Lore también entró temprano ese día), terminamos yendo a ver Los Simpson.

Aquí viene la mezcolanza (se escribe así?) de temas. Cuando terminaron los trilers, se apagan las luces y suena, ta-dáaaa, el Himno Nacional. Había olvidado la costumbre de cantar el 28 de julio. Total, que solo algunos pocos se paran. Pero lo que más me reventó fue el chongo que metían los más chibolos (recuerden que era película de dibujos) Estos pequeños hijos de puta, y no tan pequeños -había algunos que tenían pinta de ya pisar una universidad o al menos haber dejado el colegio-, metían chongo y se esforzaban en destacar que eso, lo del himno les llegaba al huevo.

La mayoría se mantuvo tiesa, hasta que, al menos eso fue lo que me movió a mí, la indignación provocó que el público se parara y empezara, finalmente a cantar. Lore, pegada a las tradiciones clásicas, lo hacía completamente convencida de su causa, con una mano al pecho. Algunos sólo se limitaron a escuchar de pie, y otros cantaban con voz tímida, como avergonzada.

A mi lado podía escuchar que un pata también cantaba, y a mi espalda un gringo (lo comprobé luego) al menos intentaba silbar la letra. Al final, la cosa fue agarrando moral, y terminó, con uno de los estúpidos pirañones sentado debajo nuestro (luego tuvo algunas patadas de cortesía en el respaldar de su asiento), con un sonoro, Viva el Perú... carajo! Y todos, entusiasmados, aplaudieron.

O eso fue al inicio de la película?