No sabe no opina

Nombre: Gastón
Ubicación: Miraflores, Lima, Peru

jueves, 29 de diciembre de 2005

Mi primer cumpleaños

Hoy hace un año que la gente de la oficina lleva aguantándome. Parece increíble, cuando llegué en diciembre de 2004, saludé algunas caras conocidas y con las mismas me puse a trabajar. Lo máximo.

Y han pasado tantas cosas, gracias a Dios casi todas buenas. Veamos, queda como leyenda urbana aquella vez en que me dio un ataque de risa en un despacho en vivo frente a la nunciatura, explicando que el Papa acababa de reunirse con su jefe. Recuerdo con Chuto y Aurelio el despacho que hicimos a las 2 de la mañana desde el Congreso el día que iban a sacar a Toledo por vacancia. Y -según M- la patinada que resultó explicar porqué los submarinos NO desfilan en 28 de Julio (sigo pensando que tengo razón, viejo).

De verdad han pasado muchas cosas, y siento que el año no ha acabado, porque me la he pasado rodeado de gente maravillosa, y si han visto el blog de la Tortu, también muy rumbosa, que aprovechan la cercanía de la chamba con mi casa para venir y alegrar un poco la noche con una visita inesperada.

Me gusta mi trabajo. Me gusta que a la niña le guste mi trabajo, y que esté orgullosa de el. Peor lo que más me gusta es sentirme cómodo, con sus altos y bajos, pero bien, Siento que crezco y que doy para más. Jamás pensé que celebraría un aniversario laboral, pero ya ven, uno se acaba descubriendo un poquito cada día.

miércoles, 28 de diciembre de 2005

Nadie quería a Gastoncito

Gastoncito llegó ayer al canal, vestido con su ùnico y elegante trajecito negro con camisa gris. Los traìa la policìa y poir su cara parece que no era la primera vez que subía a una patrulla. Lo habían encontrado vagando solo en las playas de la Costa Verde y a alguien le pareció buena idea traerlo aquí al canal. Por qué sería, no?

Al toque hizo amigos. Una reportera le compró un ceviche, porque tenía mala cara, pero tan enfermo parecía el pobre, con cara de no saber dónde estaba, que lo vomitó todo, allí mismo delante de la entrada del canal y frente a todos. Roche total para Gastoncito.

Bajito, regordete, caminando de costado, el pobre parece bastante inofensivo. Pero igual se decretó que no se podía quedar. El pobre pinguino fue rechazado del Parque de Las Leyendas y del zoológico de Huachipa, y si regresaba a la playa iba a terminar de cena de los fumones de abajo, o de algún perro callejero. Es apenas una cría de lagunos meses. Así que icimos lo que mejor nos queda. Armar chongo, que cómo sposible, que no hay cariño, que los derechos de los animales, que a mi familia no se le maltrata, en fin.

La cosa es que para la tarde, y luego de que el pajarito puso de cabeza medio canal, fue adoptado por la gente de la Granja 21, en Cieneguilla. Lo último que supe de él, por las imágenes, fue que los otros 4 pinguinotes lo recibieron con algo de recelo, pero al final le hicieron un espacio es su piscina. Habrá que irlo a visitar un día de estos. Ahora sólo me falta averiguar qué pasó por la cabeza de la china para ponerle MI nombre a la cría de pinguino, si a mi no me gusta el ceviche de calamar.

jueves, 22 de diciembre de 2005

La cabalgata de la Valkyria

Me la presentó una colega que trabaja en Lima pero que era española como ella. La encontraba todas las mañanas en el lobby del hotel suscrita siempre a la misma computadora, la única desde donde se podía ver a la vez la tele, el ascensor y la puerta de entrada. No encajaba en el típico estandar de enviada especial, de esas que fuman mucho y hablan a gritos.

Era, bueno, es, creo que todavía no la han matado, menudita, con los pelos rojos sin amarrar, naciéndole en desorden sobre la cabeza y cayendo en su cara con algo bastante parecido a la gracia. Lleva un apellido vasco bastante parecido a saibaba, cosa que no le hice saber porque tiene un genio de los mil diablos. Es la corresponsal para El Mundo, de España, y hace un año está metida en Bolivia, cobrando por nota publicada, y según me dijo,trabajando a pérdida, pero qué me queda, socio, es la vida que escogí, y resulta que hasta me gusta, me decía sin mirarme, concentrada como estaba en su crónica diaria, y jodida -siempre se quejaba de eso- de las 6 horas de diferencia que tenía con España.

Me gustaba su orgullo y terquedad. Se las arreglaba para conseguir recirsos donde otros esperaban a su hada madrina. No estaba alojada en el hotel, pero siempre estaba allí, usando una de las PC, so pretexto de que consumía del bar-cafe donde estaban las máquinas, y si consideramos que su almuerzo era un pye de fresa y una botella de agua, pues bueno, sí consumía allí.

Oye Mercedes, cómo no engordas comiendo esa basura. Pero es que tu eres zumba'o o que, niño. Si sólo son calorías; venga, que con el frio y el trabajo se va en un momento. Vivía con el mismo mal humor que yo, y me lograba convencer -me jodía cuando era ordenar- que le baje algunos cables de EFE a los que ella no tenía acceso.

Ella por su parte, machacaba mi celular cada vez que se enteraba antes que yo de alguna novedad desde la calle. Eran conversaciones del tipo, coño, que dónde estás, que lo de Evo ha empezado hace 5 minutos y tu ni la sombra. Ya mujer, no seas histérica, estoy a un paso, ya llegó. Vale, que la próxima no te aviso nada, guapo, y a ver tu cómo te lo montas.

Una buena tipa, dura y jodida, pero una buena tipa. 34 años, soltera, aunque sospecho que un hijo podría haber por allí, no me atreví a preguntarle por miedo a que me lance el mouse por la cabeza. No es de las mujeres que se abren así nomás.

El domingo que se dieron los resultados, nos invitamos mutuamente una cerveza como a la una de la mañana, y nos hicimos una foto, zombies de sueño y fatiga. Yo, mirando mi monitor con la cabeza en blanco, mezclando las palabras hasta para hablar, ella preguntando en que año estamos, y mi otra comadre, preguntando preocupada cuál era el botón de revobinar de su cámara, derecha o izquierda, chicos?

Lo recuerdo ahora y me rio. Pero veo la foto, y la verdad que no estábamos para risas. Basta vernos las caras de sueño. Pero valió la pena. Mercedes -jamás Meche- se quedó en La Paz. Sabes una cosa, niño, envidio que te vayas a casa, a pasarla con tu hermano que ha venido del extranjero. Mira este mensaje, yo me quedo a pasar las navidades aquí, otra vez. No seas estúpido, corazón, no hagas como yo y aprende a ponerle un alto a las cosas, no hagas que tu vida te la robe el trabajo. Tu estás a tiempo.

Se levantó y se despidió de mi. Mi partida la pilló de sorpresa. Cómo que ya te vas. Bueno, siempre es así, nos encariñamos y de repente otras obligaciones nos llevan a otro lado, majo. Seguía escribiendo, junto a un montón de cables impresos y un brownie a medio comer. Sonreía, y por primera vez en 4 días dejó de escribir, se paró y me dio un abrazo. Me llega al mentón. Cuidate, ya verás cómo un día volvemos a encontrarnos. Claro, chica, a lo mejor regreso cuando boten a Evo, y los dos reimos sin muchas ganas.

Sí, pues. A lo mejor regresas, compadre. Así es este mundo de mierda.

Así que esto era

Mientras, en tu corazón cambian algunas cosa. Descubres responsabilidades y remordimiento. Pero eso ocurre después. Digan lo que digan quienes no tienen ni idea del asunto, lo que lleva a un periodista a sus primeros campos de batalla es poder decir: estuve allí. Pasé la más dura reválida de mi perro oficio.
Arturo Pérez-Reverte.

Ya llegué. Las peripecias del viaje de regreso me las guardo para cuando termine de asimilar el susto y el mal rato, así que me concentraré en recordarme algunas cosas que pasaban por mi cabeza cuando estuve allá por el Bolivia.

Así que esto era. Al final de tanta espera ningún desborde popular. Este ha sido un viaje de no autodescubrimiento ni nada, pero si muy aleccionador. Aleccionador porque te quita el glamour de la que usualmente se visten tus fantasías más caras y te deja con la realidad y el trabajo duro.

Lo digo mientras miro algunas fotos que traje del viaje. Esta es la realidad. Desayunar a las 11 de la mañana después de salir a trabajar desde las seis, comiendo un sánguche frio que dejaron en la puerta de tu habitación, mientras repasas tus apuntes y haces zapeo en la tele para tener las últimas. La cama todavía desecha, con el saco junto al gel, enredador en la frazada. La corbata echada a trás y los puños doblados, con el cámara terminando de editar lo último del informe que han preparado.

Así que esto era. Este es el mundo de los corresponsales extranjeros que he empezado a conocer. Cenar una cerveza en el lobby del hotel, peleando por las únicas máquinas libres con un gringo que te jura debe salir en directo para Suiza (luego se vengó dejándome con mi equipo encerrado en la azotea con 10 grados, el muy perro). Al final todo se resume a dormir poco, salir corriendo, comer menos, y empezar a sumar camisas sucias en el ropero y botellas de agua junto a tu cama, donde tienes las aspirinas.

El glamour y el fashion del mundo de la tele te lo guardas para los patas. Cuando les enseñas los fotos, o muy heroico les presentas algún recuerdo exótico de tu último viaje donde juegas a jugarte el pellejo. Pero tras bastidores era esto. Y me dejó en una palabra que aún no termino de descubrir.

Así que era esto. He jugado con los lobos más viejos de las cadenas que sólo podía ver por cable, y que ahora competían conmigo de igual a igual. Todos estaban allí: Reuters, Fox News, ABC, NBC, CNN, RPP -tambiéeen, claro-, El Clarín, El País, El Mundo, Le Mond. Todos. Y yo, asistiendo a mi primer amago de conflicto internacional. Sería pretencioso decir que veía en esos viejos fumadores y en esas tías de mirada cansada a mi futuro, pero me gustaría. Jamás les vi llamar o recibir un mensaje personal. Claro, la mayoría son divorciados, se casan entre ellos, o tuvieron el juicio de no emparentarse. Cuando hacés de tu casa una habitación de hotel, me contaba un pata argentino, tu mujer se va a aburrir, che, y te va a terminar dejando, o tu te enamorarás de la piba del telo que te recibe los mensajes. Pero no siempre pasa boludo, y cambiá esa cara, que nos pedimos otra cerveza.

Así que era esto. La gloria. Salir cuatro mil veces al día con el cintillo de enviado especial, escuchando a tu mamá y tu novia decir que lo has hecho muy bien, que estamos orgullosos de ti, hijito. El resto queda para tí. Sobornar un botones para que te de su teléfono personal para un despacho, correr cargado de baterías, cables y el micro de un lugar a otro, con la nariz sangrando, mientras la cabeza te da vueltas. Emborracharte de euforia y felicidad hasta las seis de la mañana, porque todo acabó y tus jefes no se han quejado -que en este mundo ya cuenta. Robar pancitos del bufet y que duros por el frio, se conviertan en tu almuerzo en algún lugar entre La Paz y El Alto. Sonreirle a hijos de puta y tener que mentirle a tus mejores amigos, esperando que ellos no te estén haciendo lo mismo. Salir a media noche a buscar un taxi, con lluvia, pero felicitarte de que ese informe abra el noticiero al día siguiente en tu país, luego de que te dejaste el sueño frente a una computadora.

Esa es la gloria. Yo estuve allí. Y voy a volver.

lunes, 19 de diciembre de 2005

Angel

A veces hay canciones que no se te quitan de la cabeza. Esta es una, la oigo tanto que ya casi casi me la aprendo.

Me acompaña en La Paz.

Angel--- Robbie Williamns

I sit and wait
does an angel contemplate my fate?
And do they know
The places where we go
When we're grey and old
'cause I've been told
That salvation lets their wings unfold
So when I'm lying in my bed
Thoughts running through my head
And I feel that love is dead
I'm loving angels instead

Chorus:
And through it all
she offers me protection
A lot of love and affection
Whether I'm right or wrong
And down the waterfall
Wherever it may take me
I know that life won't break me
When I come to call
she won't forsake me
I'm loving angels instead

When I'm feeling weak
And my pain walks down a oneway street
I look above
And I know I'll always be blessed with love
And as the feeling grows
She breathes flesh to my bones
And when love is dead
I'm loving angels instead

Amén, hermanos.

miércoles, 14 de diciembre de 2005

Allá vamos

Bueno, como calculaba, no escribí mucho en la semana, y en realidad no planeo escribir mucho en la semana que viene. La razón no es ya el fin de la vorágine de mi cumpleaños, sino mi viaje a Bolivia.

Rápido resumen (si no, pueden ver mi informe que pasa el canal. Fin del cherry) En 5 años Bolivia ha tenido 5 presidentes, toda una maravilla de país, la mayoría de ellos acaba escapando, renunciando o huyendo tras una lluvia de piedras, porque mis compadres suelen cruzarse jodido, supongo que por la falta de aire que consiste en vivir a 4 mil metros de altura.

La cosa es que uno de los causitas que anda tras el alboroto, se llama Evo Morales, líder cocalero que entre otras cosas, perdió su curul en el Congreso en 2002 acusado de terrorismo. Ya saben coca no dicen lods gringos, coca si dicen los millones de bolivianos. Y esos millones están por hacer presidente a mi cáusula este domingo.

Y como parece que a varios no les va a hacer gracia, pues se cree que la cosa va a terminar como el clásico en el Monumental de Ate, con el ejército curándose en salud diciendo que apoyará al que gane, los gringos, haciéndose los caletas y los aymaras diciendo que entra Evo o le meten candela a Palacio Quemado (curioso nombre para la sede de gobierno)

Y bueno, allí andaré yo. Su sorprendente amigo el Hombre, ah no, ese es otro pata que gana un cachito más. El asunto es que ya desempolvé mi viejo dogtag -just in case- y mañana nos dan el resto del equipo que más parece que Mambrú se fue a la guerra, que Gastón se va a Bolivia.

Wake me up when september ends? No gracias, hablé con el embajador de Bolivia -que es médico- y además de recomendarme unos points bravazos para almorzar, me recomendó unas pastillas contra el mareo y que no incluya plomo en mi dieta, porque asegura que una bala me podría caer mal, y yo siempre les creo a los médicos. En realidad la cosa no suena tan mal, es lo más cercano hasta ahora de mi sueño de salir, con el agregado de que dudo mucho de que mi cabeza acabe en una pica. Además le tengo prohibido a Willy, el cámara, que haga tomas de mi cuerpo despanzurrado, porque eso no da rating y regresaré para jalarle las patas y magnetizar sus cintas.

Bueno, eso es todo. Soy fuga. Chau muchachada. De los que no me pude despedir el sábado en la parrillada. Chauuu!

miércoles, 7 de diciembre de 2005

27

Me conozco, así vago e impredecible, sé que mañana, mi último día de 27 años no voy a escribir nada.

Quería que mi último post de esta edad sea algo bacán, memorable, cómico, tierno, ladilla, no sé, de todo un poco. Pero como sé que no voy a escribir nada ni mañana, ni pasado, y fácil que el 10 tampoco, mejor me aseguro con lo que realmente importa en la vida.

¿ALGUIEN SABE CÓMO CAMBIAR LA EDAD DE MI PERFIL?

Gracias, joven.

Esos juegos

No, no me refiero a las escondidas, ni la pega inglesa ni al Mundo. Me refiero a mis primeros videojuegos. A ver, voy a cumplir 28 añotes y todavía juego de cuando en vez; más de vez que en cuando, pero ese ser otro tema. La cosa es que me acuerdo del Max Play, del Nintendo, del Sega Génesis, ya por no hablar de mi viejo, entrañable Atari, por cuya causa conocí el antiguo Polvos Azules, para ir a compras (unas seis veces) nuevos mandos para seguir jugando Space Invaders.

Los juegos, a ver, Mario Bross (ta ta tá, ta-ta ta, TA) inolvidable, como el punto perro del Duck Hunt, que provocaba asesinar cuando salía riéndose. Todavía recuerdo co M jugando con las Tortugas Ninja, de a dos, o en el colmo de la pastrulada, aquel verano feliz que con un adaptador triple acabé con mis hermanos "El secreto del Maná", que era para tres puntas.

Luego llegó el más grande, el culpable de que cada viernes vayamos al vicio derechito del colegio: Stret FigtherII, nunca jugué el I y estoy seguro que debió ser una mugre, pero en fin. Una verdadera revoilución que te scaba ampoyas de los dedos. Y habían otros clásicos, el Contra -de Nintendo- y el Super Contra de Super, Chrono Trigger, los FF, Final Figth, Fatal Fury, Megaman, el inagotable Soccer 3, Mario Kart.

No demasiado, demasiado. Cuántos buenos recuerdos, no? Pegadazos a los controles, jugando de contrabando los días de semana y pegándose de viernes para lunes. Amanecidas completas cuando en el vicio le alquilábamos al tío toda la madrugada los aparatos con dos juegos para meternos una rayadaza. Mucho. Yo quiero.

lunes, 5 de diciembre de 2005

Mi amigo secreto

Como contó la Tortu, el sábado nos fuimos de parranda. Todo bien, buena música, hasta que fue la bronquita.

Lo curioso es que más allá de la pelea o no, a muchos de los que fuimos nos sirvio para darnos cuenta de que en el fondo nosotros mismos no nos conocemos. Me explico: como en toda oficina, en la mía también está el fulano que nos cae mal a todos. El desubicado, de las bromas antipáticas, en fin. No es un mal tipo, en realidad, pero sí es antipático, todo un baúl.

La cosa es que bailábamos todos de lo más normal, cuando se escucho el inconfundible tumulto de una pelea. Y sip, era con él. Chez, qué habrá hecho ahora, pensé yo, y luego comentando, fue lo que opensamos todos. La clásica, patadas y emujones hasta la puerta, insultos en medio de la pista, más patadas, la gente tratando de separar a los de la bronca. Peor lo de separar es mucho, en favor de mi compadre debemos decir que se portó a la altura y no hixo intento de pegarle al mocos, que por otro lado, estaba re borracho. Laro, quizá que él y sus amigos pasen el metro 80 y hayan sido el doble de nosotros pudo influir pero me gustaria pensar que no.

Al final resulta que el pata que le pegó a mi compadre lo hizo solo porque le dijeron "hola" a su enamorada, que por otro lado, era vecina de aquí mi chochera el chancado, tal como la niña se lo hizo saber a gritos al borrachoso desadaptado. O sea, encima ni siquiera era culpa del pobre al que ya le ibamos a meter su gritada, según nosotros, por busca pleitos.

Todo bien, todo tranqui, regresamos todos, y alguien nos dijo. Ya ven, qué tanto hablan que lo quieren tirar a un pozo a podrirse, si en realidad todos uds estaban dispuestos a dejarse pegar (vamos, eso no iba a ser una pelea) por defender a su compañero.

Manya, con mi amigo.

viernes, 2 de diciembre de 2005

Los 10 marines

Hoy, hace unas horas en Irak, insurgentes, o rebeldes, o patriotas o terroristas -depende de donde recibas la noticia-, atacaron a una patrulla de infantes de marina de los gloriosisisimos Estados Unidos, en la ciudad de Faluya en una emboscada con morteros y bombas colocadas en el camino. Diez soldados muertos y once heridos. Bueno, a hacer el trabajo.

No tenìa mucho tiempo para hacer florituras, si querìa que la nota llegara al resumen de la pròxima media hora. Hice una nota que casi me se de memoria en Irak, es màs, sòlo hay que cambiar el nùmero de muertos y la ciudad, y la nota es casi una copia de la pelea de ayer, de antiayer, de marzo, o de hace 2 años.

El video de Reueter todavìa no llegaba, asì que me fui a archivo. Dame imàgenes de muertos en Irak. Salì, volvì a entrar. De muertos de Estados Unidos. Salí. Volvì a entrar. Soldados, por siaca. Se pasaba el tiempo y nada. A ver, dame este nomàs, total, todos los muretos se parecen y nadie se va a dar cuenta. Sì, estas estàn bien.

Y asì salieron, y asì van a salir una buena cantidad de meses, porque en Irak, como en la Lima de la guerra senderista, como en todos los conflictos del mundo, al final los 10 soldados siempre se van a parecer a los 10 de ayer y los 10 de mañana.

Gordito cruel.