Son los gatos samurai!
Totalmente desilusionado de que Animax no haya considerado en su programación a los Gatos Samurai, (Samurai Pizza Caaaaats, decía el jingle). Simplemente mi serie de dibujos animados favorita de mis días mozos. Caí de espaldas cuano supe que el verdadero nombre de Speedy Ceviche era... Speedy Ceviche (que feroz irá a luchar... así es!), la linda Polly Ester y Guido Anchoa. Personajes entrañables.
Mi pata Krusty, dueño de una juguetería-huarique-bar en Miraflores tiene una reproducción de la tienda de Pizas, desde donde salían disparados. Ahhh, lo máximo al grito de Ka-búm, Ka-blam, Ka-pegui, para caer dándose en la madre cada vez que el guinista, seguro con complicidad del narrador y Francine, querían.
Fred-Fred! Habrá gobernante más imbécil, bueno se me ocurre un nombre. Ese emperador era la leche, con sus abanicos-locomía., su hija la bitch y la esposa coneja.
Los cuervos ninja, pasito tun tun, fuero la guía con la que armé la campaña a la que más cariño le guardo de D&D para otorgar a un mago una guardia especial, la que curiosamente todavía funciona en pleno 2005, que nos reunimos de nuevo.
Pàjaro Malo, en realidad siempre fue mi engreído, el típico ejemplo del tipo profesional con mala dirigencia, aunque tambiñén víctima de su propia mala leche. Lo máximo el capítulo final cuando se queda con Gladys, su pájara buena.
Jerry y Gran Quesote. Yo sabía que a los jaòneses les gustaba meter la maiconada para sacar risas, al igual que cuando meten sangre, pero este tipo es lo máximo. Con su viejo verde, el Gran Quesote debería ser modelo de cualquier alo que se respete.
Comentario final del capítulo final. POr qué no lloras, Lucille? Es que el dibujante gastó toda la pintura de lágrimas en Polly. Y la gata llorando por Speedy. Ahh, emoción pura.
Ya pues, repongan los Gatos Samurai!